Tras el "bache" de 2017 y 2018, malos años para los hoteles de la capital catalana, estos establecimientos han vuelto a registrar una "buena" ocupación durante los cinco primeros meses de 2019, pero los de lujo se han quedado fuera de esta recuperación. Ha informado de ello este jueves el presidente del Gremi d'Hotels de Barcelona, Jordi Clos, que también ha anunciado que deja su cargo al frente de la entidad.

Clos, que en su momento atribuyó las dificultades de los años anteriores a la inestabilidad política en Cataluña y al posicionamiento "negativo" del Consistorio respecto a la actividad turística, ha apuntado que de enero a mayo de este año la ocupación del conjunto de los hoteles fue del 79,5%, un 3,8% superior a la del mismo periodo de 2018, y que el precio medio se situó en 129,9 euros, lo que supone un aumento del 2,3%. Sin embargo, en los de lujo, la ocupación durante los cinco primeros meses de 2019 fue del 67%, solo 1,5 puntos más alta que en la misma época de 2018 (65,5%) y muy inferior a la que se registró en la misma etapa de 2017 (74%). En cuanto al precio medio en estos establecimientos, de enero a mayo, se situó en 254 euros en 2019, en 255 en 2018 y en 261 en 2017.

"No se aprecia una mejora en los hoteles de lujo", ha señalado Clos, por lo que ha subrayado la necesidad de trabajar para conseguir una mayor "calidad turística". En este sentido, también ha afirmado que es importante apostar por el "crecimiento del turismo de negocios", tras lamentar que en 2018 Barcelona bajó del primer puesto al cuarto en el ranking mundial de congresos y convenciones celebrados que elabora la International Congress and Convention Association (ICCA).

Asimismo, ha apuntado que "Barcelona es la única ciudad importante de España" donde existe una tasa turística, lo que la hace ser "no competitiva", porque "el congresista mira el total del precio", y se ha mostrado en contra de subir este impuesto, una medida que defienden algunos grupos municipales.

Por otro lado, Clos ha facilitado datos sobre los dos últimos meses de este año que el Gremi ha analizado, abril y mayo, y ha dicho que durante el primero, la ocupación se situó en un 86,1%, un 2% más que en el mismo periodo de 2018, mientras que el precio medio fue de 137,3 euros, un 2,4% superior. En mayo, el mes del año en que, por el momento, se ha registrado más ocupación, esta fue del 88,5%, un 2,9% más elevada, y el coste medio fue de 151,2 euros, un 1,5% más alto.

Acerca de la temporada de verano, ha indicado que prevén que en julio y agosto los hoteles estén al 85% de su capacidad, un porcentaje muy similar al de la pasada campaña estival.

Además de apostar por el turismo de calidad, el presidente del Gremi ha considerado que es necesario que el Ayuntamiento de Barcelona cuide "aspectos importantes como la seguridad y el civismo". "Con las redes sociales, cualquier mala noticia llega a todas partes", ha dicho.

Asimismo, se ha quejado de que la actual moratoria hotelera en la capital catalana "hace crecer hoteles en ciudades próximas como l'Hospitalet" y ha remarcado la necesidad de estudiarla. "Hace falta quitar presión en cuanto a la disminución de establecimientos", ha afirmado.

También ha pedido que el alcalde que surja del próximo pleno de investidura del sábado "redoble los esfuerzos para mantener la marca Barcelona", tenga "capacidad para llegar a grandes consensos sobre los grandes temas de ciudad" y siga "apoyando la relación público-privada".

Clos, que es dueño de 16 hoteles en la ciudad y deja la presidencia del Gremi después de 20 años en el cargo -pero no la corporación-, ha explicado que el 2 de julio la asamblea general escogerá la persona que lo sustituirá. Hasta ahora la única candidatura registrada es la que encabeza el empresario hotelero Jordi Mestre.

"Me voy con la certeza de haber aportado todo lo que ha estado en mis manos para contribuir a que la actividad hotelera y turística de Barcelona nos haya permitido crecer como sociedad", ha dicho.