Cae una banda criminal que trucaba vehículos de segunda mano de alta gama hasta en 150.000 kilómetros

  • Reducían artificialmente el kilometraje de los vehículos entre 80.000 a 150.000 kilómetros.
  • En total, se ha detenido a ocho personas en distintas localidades madrileñas y andaluzas.
Salpicadero de un vehículo, en una imagen de archivo.
Salpicadero de un vehículo, en una imagen de archivo.
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Salpicadero de un vehículo, en una imagen de archivo.

La Guardia Civil ha desarticulado en Madrid y Andalucía una banda que trucaba coches de alta gama de segunda mano para obtener mayor beneficio, de forma que reducía artificialmente el kilometraje de los vehículos entre 80.000 a 150.000 kilómetros.

Según informó el Instituto Armado, en la llamada 'operación Titullari' se ha detenido a ocho personas en distintas localidades madrileñas y andaluzas. Se les acusa de delitos de pertenencia a grupo criminal, estafa, blanqueo de capitales, usurpación de identidad y falsificación documental pública y privada.

La red delictiva utilizaba distintos portales de Internet de compraventa de vehículos de segunda mano para adquirir turismos de alta gama a bajo coste. Normalmente se hacía con vehículos en mal estado -accidentados o averiados-, de forma que aprovechaba el período de la transferencia para poder manipularlos, alterarlos y adecentarlos en un taller clandestino, situado en un polígono industrial de la localidad de Arganda del Rey (Madrid).

En este taller solían reducir el kilometraje de los coches entre 80.000 a 150.000 kilómetros por vehículo. Con todo ello conseguían quintuplicar el beneficio económico en el momento de la reventa.

Venta con intermediario

La investigación, llevada a cabo por la Guardia Civil de Teruel, se inició con la denuncia de una persona que recibió en su domicilio varias notificaciones de sanciones contra la seguridad vial de unos vehículos de alta gama en los que aparecía como titular de manera ilegítima.

Después, para poder vender los vehículos, los integrantes del grupo criminal facilitaban nuevos contratos privados a nombre de los legítimos titulares, consiguiendo con ello permanecer durante las nuevas transferencias en el más absoluto anonimato. Toda esa transacción se realizaba con la colaboración de una asesoría vinculada a la transacción de vehículos, que expedía justificantes para revestir de supuesto carácter legal el cambio de titularidad.

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