Coca-Cola Iberia ha presentado este lunes sus avances en materia de sostenibilidad, que incluyen una reducción en el azúcar usado en las bebidas, aumento de la recuperación y reutilización de los envases, uso de energía proveniente de fuentes renovables y mejora en los sistemas de ahorro de agua. Una estrategia con horizonte en el año 2025 que incluye, entre otras medidas, quitarle a las botellas de Sprite su legendario envase color verde.

El informe ha sido presentado este lunes por Ana Gascón, directora de Responsabilidad Corporativa de Coca Cola Iberia, y Carmen Gómez-Acebo, directora de Responsabilidad Corporativa de Coca-Cola European Partners Iberia.

La estrategia de sostenibilidad del grupo abarca seis áreas que inciden en bebidas, envases, agua, compromiso con la sociedad, cambio climático y cadena de suministro.

A día de hoy, las ventas de bebidas bajas en azúcar o sin azúcar representan el 55% del total, ha señalado Gascón, con lo que se ha incluso rebasado el objetivo a nivel europeo, que estaba en el 50%. Además se ha conseguido reducir en un 17% el azúcar por litro en las bebidas de la empresa.

Un poco más lejos está el objetivo relativo a los envases. Los planes de la empresa pasan por que en 2025 se recupere el equivalente al total de envases que se ponen en el mercado. Para ello trabaja con organizaciones como Ecoembes y Ecovidrio, y calculan que actualmente la tasa de recuperación ronda el 75%.

Y es que el informe asegura que el 100% de los envases usados por Coca-Cola son reciclables o reutilizables. El año pasado se consiguió que el 20,5% de los envases de plástico fuera hecho de material reciclable, y la meta para 2025 es llegar a un 50%.

Dentro de esos esfuerzos por mejorar la reutilización de los materiales está uno de los planes de Coa Cola: quitarle a Sprite su emblemático color verde en su envase, para hacerlo transparente. Lo mismo harán también con una de sus marcas de agua, Aquabona Singular. Y es que ese color en el material dificulta su reciclaje, apunta Gascón.

Otros proyectos del grupo se centran en la hostelería, donde Coca-Cola suministra bebidas en envases de vidrio que después se encarga de recoger y llevar a la planta para limpiarlos y usarlos de nuevo.  . Un proyecto similar, apuntó Gascón, se está llevando a cabo en Francia en asociación con Carrefour, para lograr que los vecinos devuelvan a las tiendas los envases de vidrio de las bebidas que compran. Un plan piloto que probablemente se pruebe en España en un futuro cercano.

Las plantas de Coca-Cola también trabajan para reducir la cantidad de agua usada en los procesos de elaboración. En 2018 se logró situar en 1,91 la ratio de consumo de agua por litro producido.

Coca-Cola quiere que para el 2025 reducir a la mitad las emisiones directas de carbono, un objetivo que en el que en 2018 se llegó al 44,8%. Y se consiguió que toda la energía que el grupo consume en España proviniera de fuentes renovables.

Los compromisos no se limitan al medio ambiente, sino que abarcan a su interacción con la sociedad. Así, se ha logrado que en España el 37% de los puestos directivos estén ocupados por mujeres (de una meta que busca llegar al 40%) y que la mitad de las promociones internas de la compañía fueran también para mujeres.

Además se ha seguido apoyando a las comunidades con los programas GIRA Mujeres y GIRA Jóvenes, centrados en mejorar la formación y la empleabilidad de esos colectivos. Por ejemplo, de los más de 4,200 jóvenes que pasaron en 2018 por el programa, el 73% retomaron sus estudios y el 27% encontró empleo.