Carlos Falcó, padre de Tamara Falcó y exmarido de Isabel Preysler, tuvo que pasar la noche del 24 de febrero en el calabozo por una fuerte discusión con su mujer, Esther Doña.

A pocos meses de cumplir dos años de matrimonio, la pareja protagonizó una acalorada disputa en el Hotel Eurobuilding de Madrid que empezó en el restaurante.

La pareja se trasladó a la habitación, donde siguió la discusión, y sobre la 1.30 de la noche los huéspedes del hotel de cinco estrellas llamaron a la Policía porque los gritos iban en aumento.

Dos agentes se personaron en la habitación y, ante sus preguntas, el matrimonio reconoció que habían tenido una fuerte discusión.

La Policía decidió llevarse Carlos Falcó y le recomendaron a Esther Doña que demandara. Aunque ella decidió no hacerlo, los agentes actuaron de oficio y fueron ellos quienes interpusieron una denuncia por supuesto delito de violencia de género.

Según las declaraciones del marqués de Griñón a El Mundo, por la mañana le trasladaron a otra dependencia donde la jueza de fin de semana valoró su caso. "Tras escuchar el testimonio, me dejó libre y sin cargos", aseguró él.

"Se trata de una historia desmesurada. No me parece bien que la presunción de inocencia no pueda aplicarse igual siendo hombre o mujer", opinó Carlos Falcó. "Es la única vez que hemos tenido una discusión tan fuerte".

"Ante las diversas especulaciones aparecidas en algunos medios, nos alegra confirmar la vigencia y solidez de nuestra relación matrimonial", declaró el marqués, además de confirmar que el tumor benigno de su mujer había sido extirpado, algo que los ha estado preocupando durante los últimos meses.

"Hemos superado una crisis y este episodio nos debe ayudar a que no nos vuelva a ocurrir algo así", contó a El Mundo. "Hemos estado alejados de cualquier evento social y nos ha venido muy bien, es muy importante que la pareja tenga comunicación".

"Ahora disfruto de un matrimonio que me merezco porque he luchado mucho y soy muy feliz", confesó Carlos Falcó.