¡Isabel se ha ido! Nos deja, a los que la queremos, consternados y a la vez admirados. Luchó con tenacidad contra su enfermedad, que la devoraba por dentro, con total naturalidad sin compadecerse de sí misma. Logró incorporar el cáncer a su vida cotidiana e, incluso, a su vida laboral, hasta el punto de aprovechar fines de semana o vacaciones para entregarse a la quimioterapia o la cirugía cuando lo necesitaba. Lo que, para cualquiera de nosotros sería excepcional, ella lo convirtió en rutinario. Durante su enfermedad vivió la vida con la misma intensidad que lo hacía cuando le asaltó, y la ha dejado con grandeza de espíritu y gran dignidad. En cualquier caso, se ha ido con serenidad, y eso nos consuela. ¡Descansa en paz, Isabel! Un gran abrazo para ti, Alfonso.
Una luchadora admirable
(A propósito de la muerte de Isabel de Polanco)
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios