Están siendo unos días ajetreados para Rafa Nadal, aunque la vida del tenista manacorí está más que acostumbrada a estas situaciones casi de montaña rusa, tanto dentro como fuera de la pista.

Por un lado, la historia de aquel incomprensible, raro e indescifrable tuit del laureado deportista español con el que algunos usuarios se despertaron el lunes pasado y que fue objeto de numerosas bromas en redes sociales.

Poco después, también en redes sociales, fueron tan alabadas (normalmente por hombres) como criticadas (normalmente por mujeres) sus opiniones sobre la brecha salarial.

Y ya por último el joven y prometedor Stefanos Tsitsipas le dejó fuera de la final del Madrid Mutua Open por un 6-2, 4-6 y 6-3 que no permitió a Nadal optar a ganar la final de la competición de la capital, trofeo que acabó levantando el serbio Novak Djokovic.

Sea como fuere, el tenista está ahora centrado en preparar su boda con su novia desde hace 14 años, Xisca Perelló. Y, gracias al programa Socialité de Telecinco, ahora se conocen nuevos detalles del enlace.

Comprometidos desde mayo de 2018 (una pedida de mano que se dio en Roma) y anunciado a los medios en enero de este mismo año, se rumoreaba que el esperado momento del "sí, quiero" tendría lugar en otoño.

Sin embargo, las nuevas informaciones apuntan a que será bastante antes: este próximo mes de junio. Y el lugar, obviamente, en las Islas Baleares: una abadía al norte de Mallorca que cumple todos los requisitos que deseaba la pareja. Es decir, discreto pero con gran capacidad.

Porque tendrá que acoger a entre 500 y 600 invitados, que es lo que se estima acudan a la boda de Rafa y Mary (así es conocida en su círculo íntimo), y que, aún con todo, puedan perfectamente huir de los paparazzis.

Tampoco escatimarán, dicen desde el programa de Mediaset, a la hora de la comida. Han contratado al chef con tres estrellas Michelin, Quique Dacosta, que habría elaborado dos menús muy diferentes.

Porque el primero, para la inmensa mayoría de comensales, estará compuesto de carne o pescado, una controvertida sopa de paté (que no ha gustado nada a Xisca Perelló ni a su madre) y productos mallorquines. Y otro menú, exclusivo para Nadal, que sigue su estricta dieta: verduras y elaboraciones más saludables.

Este será un punto de set, de partido y de campeonato para Rafa Nadal, quien no ha perdido un ápice de su amor por María Francisca Perelló (su nombre completo) en todos estos años, mientras que ella, muy dedicada a su futuro marido, no solo le acompaña en los torneos sino que es directora de Proyectos dentro de la Fundación Rafa Nadal.