Cuando en 1991 se derribó el antiguo cine-teatro Trueba, en la calle Colón de Larreategi de Bilbao, para levantar el actual hotel Abando, abrió la puerta a una nueva época en la que introducirían la gran parte de las salas de Bilbao.

Años después, los cines Ideales y ahora el Cine Coliseo se verán convertidos, asimismo, en sendos hoteles. El de Alameda de Urkijo comenzó a derribarse anteayer. El majestuoso local servirá para acoger la nueva sede del Gran Casino Nervión y un hotel de 98 habitaciones de la cadena Sercotel.

Los antiguos Ideales, por su parte, se habrán convertido este año en el hotel Ibis, de la cadena Accor. Es la consecuencia de la paulatina crisis de la exhibición cinematográfica en salas.

Y no hay que remontarse tanto para percatarse de cómo han echado la persiana hasta una decena de salas. En apenas 15 años, han desaparecido de las calles de Bilbao el Coliseo y los Ideales, los Mikeldis, donde se construirán 28 pisos, el Vistarama de Zabalburu, convertido en un gimnasio, el Astoria, ahora una tienda de deportes, el Gran Vía, un negocio particular, o el Consulado, que es un comercio de moda. Si nos vamos un poco más atrás, vienen a la memoria el Olimpia o el propio Trueba.

Sólo tres sobreviven

Echando la vista atrás unos 20 años, la ciudad contaba con más de una veintena de cines, muchos de ellos en los barrios. Pero, por lo visto, cualquier negocio resulta más rentable que la exhibición de películas. Aunque en Vizcaya, en estos momentos, hay un total de 103 salas de exhibición de películas.

Bilbao se queda así con una mínima representación de los antiguos cines callejeros. Sobreviven los Capitol, junto a Buenos Aires, los Multis en Indautxu, y los Renoir de Deusto, a parte de los ubicados en el centro comercial de Zubiarte.

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