Buses a demanda y más carriles bus-VAO para reducir la mortalidad un 10% al año en el área metropolitana de Barcelona

  • El Pla Metropolità de Mobilitat Urbana (PMMU) de 2019 a 2024 se ha presentado este miércoles en el VI Consell de Mobilitat celebrado en el AMB.
  • Contempla el despliegue de 102 medidas que necesitarán de consensos entre los ayuntamientos metropolitanos y con la Generalitat y el Estado.
El carril bus-VAO de la C-58 de entrada y salida de Barcelona.
El carril bus-VAO de la C-58 de entrada y salida de Barcelona.
ACN
El carril bus-VAO de la C-58 de entrada y salida de Barcelona.

El Consell Metropolità de Barcelona de este mes de marzo aprobará presumiblemente el Pla Metropolità de Mobilitat Urbana (PMMU) para el horizonte 2019-2024, presentado este miércoles en el VI Consell de la Mobilitat, que se convoca cada seis meses.

El plan quiere atacar la movilidad en el área metropolitana de Barcelona para hacerla más sostenible, eficiente y equitativa, y mejorar la salud de sus habitantes con el despliegue de 102 medidas. Su puesta en marcha permitirá reducir la mortalidad vinculada a la contaminación en un 10% anual gracias a una bajada global de las emisiones de NO2 (dióxido de nitrógeno) y PM (partículas en suspensión) del 30% y de entre el 5% y el 7% de las de CO2 (dióxido de carbono) a lo largo de los próximos seis años. Estudios de evaluación ambiental estratégica del plan muestran que este puede llegar a reducir, además, en un 3,2% de cara a 2024 la cantidad de vehículos privados por kilómetros de trayecto (veh/km).

Este ambicioso pliego redactado por el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) lo pretende impulsar y ejecutar el organismo supramunicipal en colaboración con los ayuntamientos metropolitanos y las administraciones implicadas: la Generalitat, la Diputació de Barcelona y el Estado. Del coste total de su implementación, valorado en 1.354 millones de euros, el AMB se encargará de aportar 369,9 millones de euros, el 27%. El presupuesto de ejecución de las infraestructuras necesarias ascendería a los 8.922 millones de euros, por lo que el PMMU sumaría un coste total aproximado de 10.276 millones de euros.

Extender el modelo de buses a demanda

El transporte público, donde el AMB tiene múltiples competencias, es uno de los puntos del plan más fuertemente desarrollados. En este campo se proponen mejoras en los servicios de autobús en la franja nocturna, de fines de semana y festivos y en periodo estival. Además, se insta a completar el despliegue de la Xarxa de Bus Metropolità d'Altes Prestacions, AMB Exprés (trayectos cortos con pocas paradas) y AMB Metrobús (14 líneas con mayores frecuencias), y a impulsar los servicios de transporte a demanda.

El AMB inició en 2018 una prueba piloto de bus a demanda en la línea E33 que a partir de ahora quiere extender a zonas con baja demanda. Esta línea se inauguró en abril y conecta en 20 minutos el municipio de Tiana con el hospital Can Ruti de Badalona. Circula exclusivamente en días laborables y previa petición telefónica de los usuarios con un día de antelación como mínimo.

Con el fin de mejorar la intermodalidad del transporte público, el proyecto contempla ampliar el número de aparcamientos de intercambio metropolitanos, de los que ahora hay tres en funcionamiento en Castelldefels, Sant Joan Despí y Sant Just Desvern, y se quieren habilitar seis más. Y desarrollar, al mismo tiempo, una red de intercambiadores de autobús metropolitanos.

Carril bus-VAO en la B-23 y tasas en lugar de peajes

La fórmula del carril bus-VAO para transporte público y vehículos con alta ocupación se quiere extender asimismo a los principales accesos viarios a Barcelona priorizando su creación en la B-23, una demanda de plataformas como la de Promoció del Transport Públic (PTP). Esta propuesta enlaza con la de integración urbana de esta autopista para hacer de ella una prolongación de la Diagonal hacia el Llobregat de 15 kilómetros de longitud.

Otra de las apuestas pasa por reconvertir los peajes de autopistas, cuyas concesiones irán venciendo en los próximos años, en una tasa que grave la congestión o la contaminación que generan los coches privados. Este modelo no se define más en el plan al ser necesario el consenso de las administraciones pertinentes: Estado y Generalitat.

Las bajas emisiones tienen además un lugar destacado en el documento con medidas como la extensión de la red de puntos de recarga para coches eléctricos y la creación de nuevas subvenciones y ayudas para que los vehículos de bajas emisiones entren en la red de transporte de mercancías por la ciudad y en el sector del taxi. El AMB está llevando a cabo este año una profunda renovación de las flotas de autobús con el despliegue por el territorio metropolitano de 128 nuevas unidades de bajas emisiones, híbridas y eléctricas. De cara a 2021, tiene en cartera la adquisición de 375 nuevos autobuses de bajas emisiones. 

Para reducir la presión creciente del transporte de mercancías en la trama urbana metropolitana, derivada de los cambios en los hábitos de consumo de los ciudadanos y en las políticas logísticas de las empresas, se quiere regular el estacionamiento de estos vehículos mediante una aplicación para móviles, a través de nuevos puntos de recogida de mercancías en espacios públicos y el impulso a la distribución nocturna y fuera de las horas punta. 

Recogiendo la filosofía de la futura Zona de Bajas Emisiones (ZBE) entre las rondas de Barcelona, que será permanente de lunes a viernes a partir del 1 de enero de 2020, el modelo se quiere replicar en los diferentes municipios metropolitanos mediante zonas de bajas emisiones locales limitando el acceso a determinados coches o creando islas ambientales y zonas pacificadas.

Tras su aprobación inicial, el PMMU pasará por un periodo de información pública que expirará el próximo 30 de septiembre y por sesiones informativas previos a su visto bueno definitivo. Su contenido servirá de base para plantear el Programa de Actuación Metropolitana (PAM) para los próximos años.

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