Uno de los temás de alguna manera tabú para cierta parte de la masculinidad frágil es el hablar abiertamente sobre la calvicie prematura. Pero el príncipe Guillermo de Inglaterra ha demostrado ser no solo capaz de ello, sino incluso de hacer una divertida broma.

Aunque últimamente son el príncipe Enrique y Meghan Markle, los duques de Sussex, quienes acaparan la mayor parte de los focos dentro de la familia real británica, en este caso han sido los duques de Cambridge, Guillermo y su esposa Kate Middleton, quienes se han saltado ligeramente el protocolo.

Ha sucedido en una visita oficial a Blackpool, un pequeño pueblo en la costa noroeste de Inglaterra. En dicho lugar, el príncipe Guillermo habló con uno de los habitantes sobre un inesperado tema: lo difícil que a veces les resulta peinar a sus hijas pequeñas.

El hombre, que formaba parte de la organización Dads 4 Life ("Papás por la vida", podría traducirse), recomendó al segundo en la línea de sucesión que mirara tutoriales de YouTube para no acabar repitiendo las mismas alternativas de siempre.

"Jamás intentes hacer una cola de caballo. ¡Es una pesadilla!", le dijo el príncipe, a lo que su esposa añadió que si había intentado en alguna ocasión hacerle una trenza a su hija, pues"es lo más difícil que hay".

El duque de Cambridge confesó que, cuando no están ni su esposa ni la criada española que tienen, siempre recurre al mismo peinado para la pequeña Charlotte.

"Puedo hacerle una cola de caballo, pero ya está", agregó, para, a continuación, bromear con el hombre autóctono sobre su prematura calvicie: "Tampoco es que yo tenga mucho pelo como para practicar".