Este martes, el Centro del Carmen de Valencia, un convento del siglo XIII, declarado Bien de Interés Cultural y desde su desacralización, centro de exposiciones, amaneció con un enorme grafiti en su claustro. El Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana explicaba en su cuenta de Twitter que "esta intervención artística es un avance de lo que se podrá ver en la exposición #EVREKA". Pero la pintada ha despertado las críticas en la capital del Turia, hasta el punto de que se ha presentado una denuncia.

Informa el diario ABC de que el sindicato UGT ha presentado en el juzgado de guardia una denuncia contra José Luis Pérez Pont, responsable del consorcio, por autorizar el grafiti. Según la denuncia, la pintada desluce el patio y sufre "deterioro" con "consentimiento de Pérez Pont".

ABC recoge la respuesta del propio Pérez Pont, que dice que el grafiti "cumple la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano" y asegura que la actuación "tiene que ver con una cuestión de gusto estético, pero eso no es ilegal".

Según Pérez Pont, el artículo 35 de la Ley de Patrimonio dice que son intervenciones carentes de trascendencia patrimonial aquellas que sean reversibles y no comporten alteración de la situación anterior. En este sentido, Pérez Pont afirma que no se ha tocado la piedra y que el grafiti está hecho sobre muros pintados en los años 80: "Estamos pintando sobre pintura, y sobre esa pintura se volverá a pintar", dijo. De hecho, será el 19 de marzo cuando el grafiti se retire, de manera sincronizada con la cremà.

Los autores del grafiti son los artistas PichiAvo y TFK Crew, que han creado junto a dos artistas falleros la falla del Ayuntamiento de Valencia. Según su testimonio, la obra es un homenaje al grafiti puro con aerosoles plata, negro y blanco.