Evolución por tendencias

Alas generales concurren múltiples candidaturas, pero en realidad los votos se concentran, más que en ninguna otra, entre unas pocas, que son las que obtendrán representación parlamentaria. Esta concentración del voto refleja las grandes tendencias ideológicas que recorren la sociedad española -derecha, izquierda y nacionalismo- y es además cada vez mayor. El centro, electoralmente hablando, desapareció oficialmente del escenario después de la crisis que registró la candidatura del CDS en 1993 (1,8% de votos).

Sin embargo el centro constituye una gran tendencia de voto que se acomoda tanto en el PSOE como en el PP. Una de las causas del crecimiento del PP en 1996, y lo que le permitió ganar por primera vez al PSOE y gobernar, fue precisamente la absorción de prácticamente todo el voto del CDS, cuyo perfil era el de un centro-liberal-conservador. Y el PSOE ha mantenido su ventaja en tantas elecciones gracias a la franja de ciudadanos de centro liberales-progresistas que simpatizan con la social-democracia o con una izquierda moderada. Y también, aunque menos, hay un sector de electores de centro-centro que puede votar unas veces PSOE y otras veces PP.

En todo caso, si nos referimos hacia qué tendencias ideológicas se orientan más los españoles a la hora de votar, está claro que son las categorías izquierda/derecha las que dominan sobre las demás. Desde la transición han sido las grandes candidaturas estatales identificadas ideológicamente con la izquierda o con la derecha las que han absorbido la mayor parte de los votos. En las generales de 2004, estas candidaturas (PSOE, PP e IU) absorbieron el 85% de los votos, mientras que el voto nacionalista/regionalista, sumando todo él (CiU, ERC, PNV, EA, CC, BNG, CHA, etc.), sólo representó el 11%.

Por otra parte, el candidato más significativo es el predominio claro que ha tenido el voto de izquierda y progresista, sobre el voto de derechas. Si se exceptúan las primeras elecciones democráticas de 1977 y las generales 2000, en las otras siete elecciones el voto de izquierda (dividido entre dos formaciones: el PSOE y el PCE, luego IU-IC) ha sido mayoritario y en cinco elecciones sus dos candidaturas han absorbido alrededor del 48% del total de los votos (diez puntos como mínimo por encima del voto que sumaron las candidaturas de centro-derecha y derecha, como CDS y PP).

Dentro de la tendencia del voto de izquierda se viene produciendo desde el 2000 un reajuste, acaparando cada vez más el PSOE la inmensa mayoría del voto progresista y de izquierda, en claro detrimento de IU. Estas elecciones de 2008 no parece que modifiquen el predominio del voto de izquierda (en escaños es otra cosa), pero plantean la incógnita de saber si dicha tendencia seguirá, lo que supondría un grave riesgo para el futuro de IU.

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