Muere tras llevar 4 días en urgencias esperando cama

El servicio estaba ayer desbordado, con un centenar de pacientes y camas ubicadas en los pasillos. Muchos pasan hasta seis días en observación.
Las nuevas urgencias del hospital Miguel Servet están más saturadas que nunca, con más de un centenar de pacientes en observación y enfermos que llevan hasta seis días a la espera de que quede cama libre en planta. La situación es tal que ayer falleció en urgencias un enfermo terminal de cáncer después de llevar cuatro días esperando a ser ingresado, según confirmaron fuentes del hospital.

A media mañana, las tres salas de observación estaban desbordadas con cerca de 90 enfermos. Además, los trabajadores del servicio tuvieron que habilitar una sala extra y aparcar a otra veintena de enfermos en camillas distribuidas por los pasillos a la espera de que quedara libre un hueco en planta.

«Hay muchos pacientes que llevan tres y cuatro días aquí, en urgencias, porque no hay sitio en el resto del hospital y no se les puede ingresar», asegura un trabajador del servicio.

Los sanitarios que trabajan en urgencias explican que en muchas ocasiones les cuesta incluso llegar a atender a los pacientes. «Están tan juntos que casi no cabemos entre las camas. No podemos ni movernos», dicen.

La situación de congestión se ha convertido en «un mal crónico», según aseguran los propios sanitarios. Los primeros perjudicados son los pacientes. Ayer fue necesario preparar una sala especial anexa a las de observación para los enfermos que no cabían.

Un problema de gestión

La mala gestión de las camas en planta es el principal problema que explica el tapón que se forma de manera periódica en el servicio de urgencias, según dicen los médicos. «Las urgencias se convierten en un embudo al que no paran de llegar enfermos que no podemos subir a planta», concluyen.

Tres enfermeras por sala

Las urgencias del Miguel Servet funcionan con tres enfermeras para cada una de las salas de observación (hay tres) más otras siete en las zonas de boxes, además de los auxiliares y los médicos. Los trabajadores se quejan de que el personal es insuficiente para afrontar los momentos de mayor demanda. Ayer había, a media mañana, casi 30 pacientes en cada una de las tres salas de observación. En una de ellas, preparada para colocar a los pacientes en sillas, también tuvieron que instalar camas.

Las claves

Falta de previsión: Los trabajadores de urgencias se quejan de la falta de previsión del hospital a la hora de planificar las altas. «Al final, la saturación donde más se nota es en este servicio», aseguran.

Problemas respiratorios: Es la principal dolencia que, junto a las enfermedades gástricas, está llevando a más pacientes al servicio de urgencias.

Instalaciones nuevas: Las nuevas urgencias abrieron hace año y medio. Tienen casi el doble de camas que antes y aun así siguen saturándose.

Un 60%, dolencias leves: Seis de cada diez pacientes que van a urgencias tienen problemas leves.

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