El compromiso adquirido por parte de la Delegación es el de estudiar los expedientes de estos inmigrantes de forma individualizada y que mientras duren esos análisis, no se produzca ninguna repatriación. Ésta era uno de las principales reivindicaciones del grupo.

Se paralizan las repatriaciones

Sonny, uno de estos inmigrantes, aseguró que en los últimos meses cinco compañeros habían sido devueltos a sus lugares de origen pese a llevar acogidos en Melilla más de dos años.

Él explicaba que volver a sus países para muchos significa además de perder todos estos años adaptándose a las costumbres de un país y aprendiendo una lengua, defraudar a sus familias. “Mis padres han vendido su casa y sus tierras para que yo llegue a España. No puedo volver”, recalcó.

Con este compromiso formal adquirido por el delegado, paquistaníes y bangladelíes han recibido finalmente una respuesta a las numerosas muestras de protesta que han protagonizado en los últimos meses frente a la sede de la Delegación. Tres concentraciones y varios escritos no han tenido repercusión alguna.

Expedientes a estudio

Delegación del Gobierno tendrá que estudiar ahora un total de 575 expedientes. Mientras tanto, los inmigrantes siguen insistiendo en la necesidad de que se atienda su situación y en su deseo de abandonar la ciudad autónoma para viajar a la península donde poder encontrar un trabajo con el que ayudar económicamente a sus familias.

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