El atleta paralímpico sudafricano Oscar Pistorius, que cumple condena en su país por la muerte de su novia, Reeva Steenkamp, a tiros en 2013, tiene una vida en la cárcel. Ahora se ha convertido en una especie de predicador y enseña la Biblia a otros internos, sobre todo a los más peligrosos, informa The Times, citando al padre del atleta como fuente.

Henke Pistorius asegura que una o dos veces a la semana, su hijo lidera un grupo de lectura y estudio de los Evangelios. Añade que Oscar fue siempre "un niño de Dios" y que no tiene dudas de que su hijo "ha cambiado el ambiente en prisión para mejor, está ayudando a mediar entre los internos y es una influencia positiva".

Según Henke Pistorius, los destinatarios de las enseñanzas religiosas de Pistorius son sobre todo los presos más peligrosos y problemáticos de la prisión de Attereridgeville, donde Pistorius cumple una condena de 13 años por disparar sobre su novia creyendo, según su testimonio, que se trataba de un ladrón que pretendía entrar en su casa.

El diario Weekend Argus, además, cita a fuentes penitenciarias y asegura que Pistorius tiene un buen comportamiento en la cárcel, que compra comida a presos sin recursos y que pasa la mayor parte del tiempo leyendo en la biblioteca de la prisión.