La cuarta campaña de excavaciones en Alcocer descubre nuevos elementos del territorio conquistado por el Cid

  • La cuarta campaña de excavaciones en el yacimiento de Alcocer han descubierto nuevos elementos que permiten conocer cómo era el día a día de este emplazamiento musulmán del siglo XI que se cita como lugar conquistado por el Cid Campeador en el Cantar del Mío Cid y que se ubica en el paraje de la Mora Encantada, en el término municipal de Ateca entre este municipio zaragozano y el de Terrer.
La DPZ ha dado a conocer hoy la última campaña de excavaciones en Alcocer
La DPZ ha dado a conocer hoy la última campaña de excavaciones en Alcocer
EUROPA PRESS
La DPZ ha dado a conocer hoy la última campaña de excavaciones en Alcocer

El diputado provincial de la Diputación de Zaragoza (DPZ), José Carlos Tirado, el historiador Francisco Martínez, y el arqueólogo Miguel Ángel Sabastro han dado a conocer en rueda de prensa los elementos encontrados en esta campaña de excavaciones en el paraje de Alcocer, donde el Cantar del Mío Cid sitúa la famosa batalla que se narra en este cantar de gesta.

José Carlos Tirado ha detallado que la primera campaña de excavaciones en este enclave se realizó en 2004, patrocinada por el Ayuntamiento de Ateca, y las otras tres las ha desarrollado la Diputación de Zaragoza entre 2016, 2017 y 2018 dentro del programa de actividades del Camino del Cid.

El Camino del Cid se constituyó en el año 2002 y aglutina a ocho provincias en un recorrido cultural que pretende dar a conocer el paso del Cid por estos territorios, ha indicado.

Una de las actividades del Camino del Cid es la excavación en este lugar "mítico" del Cantar, el sitio de Alcocer, "uno de los pocos lugares verdaderamente relacionados con el Cid", ha remarcado Francisco Martínez, al admitir que cuando se iniciaron estas campañas "no pensábamos que pudiera albergar tantos restos" y en tan buen estado de conservación.

Hasta el momento se han hallado en el yacimiento restos de estructuras, viandas y de cerámica, pertenecientes al periodo taifal hispánico, por lo que se trata de un emplazamiento musulmán del siglo XI, como existen muchos en este territorio, pero con la particularidad de que se cita como un lugar conquistado por Rodrigo Díaz de Vivar.

Martínez ha comparado el Cantar del Mío Cid con una "road movie", una "película de carretera" que narra las andanzas del Cid por territorio hispánico en localidades localizables en la actualidad y en otros emplazamientos, como Alcocer, que dejaron de existir hace tiempo.

ALCOCER EXISTIÓ

Así, se investigó en archivos, se analizó la toponimia, se consultaron los escritos de los estudiosos del poema y se llegó a la conclusión a finales de los años 80 de que Alcocer si existió realmente debía de situarse donde decía el poema, un lugar frente a otro asentamiento denominado Torrecid y que es donde se supone que el Cid se asentó con sus huestes antes de conquistar el pequeño emplazamiento musulmán.

En ese punto fue donde comenzaron las excavaciones en 2004 y se han continuado en los últimos tres años, poniendo de manifiesto que Alcocer existió y que estaba donde decía el poema. Para Martínez, los trabajos en el yacimiento permiten sumar un nuevo atractivo para que los turistas tengan "un motivo más para parar en estas tierras".

En estas cuatro campañas han aparecido restos taifales del siglo XI, lo que coincidiría con el paso del Cid por aquellas tierras en el año 1081 y el abandono del lugar, muy precipitado, indicaría una salida traumática y rápida de sus habitantes, datos que coincidirían con el asentamiento buscando y que demostrarían que Alcocer existió.

UNA ESTANCIA

En este sentido, Martínez ha comentado que en una de las estancias que se han localizado e investigado en esta cuarta campaña se comprueba que tres de sus muros estaban "perfectamente construidos", pero el cuarto se ejecutó "más deprisa, con piedra más tosca", lo que significaría que se construyó con prisas para tapar un espacio ante un riesgo.

Además, las cerámicas y elementos que se han encontrado allí están en buen estado de conservación y en el lugar quedaron restos de carbón, como si se hubiera quemado todo antes de ser abandonado, por lo que podría haber sido escenario de una huida precipitada por algún hecho "peligro".

El arqueólogo Miguel Ángel Sabastro ha considerado que el resultado de los trabajos está siendo "satisfactorio" y ha detallado que en esta última campaña se han centrado en una estancia con forma de tipo "bodega", construida en terreno arcilloso, lo que ha favorecido que aparezcan unos restos "de potencia bastante aceptable".

Los trabajos se han concentrado en una superficie de 25 metros cuadrados y se han encontrado objetos como una pieza única en la Comarca de Calatayud, con epigrafía en caracteres musulmanes en la que se indica el nombre del autor de la pieza. También una redoma "con una particularidad muy especial y es que tiene un doble cuerpo anexo que funciona como pico vertedor", algo no habitual en este tipo de vasijas en la zona.

En estos 25 metros cuadrados "hay una calidad y cantidad de material cerámico impresionante", ha afirmado Sabastro, al destacar que se están encontrando piezas "de primer nivel para cualquier museo".

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