La central nuclear de Trillo afrontará a partir del próximo 3 de junio su vigésima recarga de combustible, en una parada que se aprovechará para realizar una serie de actividades que sólo se efectúan cada diez años, entre las que destaca la inspección mecanizada de la vasija del reactor.

Según anunció hoy el jefe de la planta Trillo I, Aquilino Rodríguez, esta parada, que por sus características tendrá una duración muy superior a otras anteriores -40 días frente a los 23 de media de recargas anteriores-, servirá para realizar trabajos específicos de "inspección de servicio", que hasta el momento sólo se han llevado a cabo en la planta una vez.

Intervendrán robots

La inspección de la vasija del reactor, al estar situada en la parte nuclear de la planta, va a requerir la intervención de robots y de personal técnicamente muy preparado y cualificado para ello.

Además de las labores propias de recarga, durante esta parada, en cuyos trabajos van a participar un millar de personas además de la plantilla habitual, se procederá también a realizar la prueba de presión del circuito primario, se revisarán los componentes del interruptor de generación y se comprobará la lámina de una de las piscinas del sistema de agua de refrigeración esencial.

Entre las tareas contempladas como habituales está prevista la revisión de las bombas principales del circuito primario y de la turbina, así como la inspección de todos los tubos del generador de vapor y de las válvulas de aislamiento del circuito primario con el sistema de refrigeración de emergencia.

Un año para repetir

En el 2007, la central de Trillo -la de tecnología más moderna de España- alcanzó una producción de 8.502 millones de kilowatios/hora, y fue el quinto mejor año de la historia de la nuclear desde su puesta en marcha en agosto de 1988.

Según el director de la planta, "si el año 2006 fue regular, el 2007 ha sido muy bueno, para repetir", aunque "aspirábamos a algo más".