Partidos y representantes institucionales han condenado la paliza que un grupo de encapuchados propinó a un estudiante de la Universidad Pública del País Vasco (UPV/EHU) en el campus de Vitoria cuando salía de un acto informativo de una plataforma que defiende la unidad de España.

La UPV/EHU ya rechazó este martes lo que calificó de "brutal agresión", como consecuencia de la cual el joven estudiante de la Facultad de Letras quedó tendido en el suelo y tuvo que recibir asistencia sanitaria y ser hospitalizado.

Fuentes de la Ertzaintza han explicado que aunque en principio la investigación se centraba en la búsqueda de dos agresores, los testimonios recabados hasta el momento apuntan a que en la paliza participó "un grupo más grande" de personas.

Según ha relatado un compañero de la víctima, el joven fue asaltado por dos encapuchados el pasado viernes cuando salía de una reunión informativa sobre la asociación AEDE en el aulario del campus universitario, acompañado por dos chicas. Este acto había sido publicitado por sus promotores previamente a través de las redes sociales.

Los dos desconocidos le preguntaron si salía del citado acto y cuando les respondió afirmativamente comenzaron a golpearle. De inmediato se sumaron a la agresión más encapuchados, alrededor de una docena.

El compañero de la víctima se ha mostrado convencido de que los responsables de la paliza son estudiantes de la propia universidad.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha rechazado "radicalmente" este "ejercicio de totalitarismo incompatible con un modelo de democracia y de libertad de opinión".

El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha sido más tímido en su condena. Ha dicho que quienes defienden la unidad de España "tienen derecho a hacerlo siempre y cuando no utilicen para ello la violencia", y ha añadido que episodios como este "interesan a los sectores más reaccionarios del Estado".

Desde el PP, su presidente Pablo Casado ha denunciado que aunque ETA ya no atente "sigue faltando libertad y los radicales campan a sus anchas" y ha confiado en que "estos energúmenos sean detenidos cuanto antes y que les caiga todo el peso de la ley".

El PP vasco ha ido más allá y ha exigido la detención de los responsables de la "brutal paliza" propinada por "motivos ideológicos". Ha censurado, además, que "cinco días después" de los hechos no haya "ni un solo arrestado por delitos gravísimos que atentan contra la libertad de conciencia".

El delegado del Gobierno en el País Vasco, Jesús Loza, ha lamentado que "el odio, la intransigencia, la absoluta falta de respeto a quien piensa o actúa distinto conducen, demasiadas veces, lamentablemente, a la violencia".

El diputado general de Álava, Ramiro González, ha subrayado que "estos hechos no caben en la sociedad" y que es "especialmente preocupante que ocurran en la universidad"; y el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, ha reivindicado una ciudad "plural y diversa donde no cabe ni la violencia, ni ninguna vulneración de los derechos humanos".

El Ayuntamiento de Vitoria ha aprobado asimismo una declaración de condena con el apoyo de todos los grupos salvo el PP, que se ha desmarcado al considerar que los partidos "no hablan claro ni hacen una condena contundente" sobre las motivaciones políticas del ataque.

Para Podemos Euskadi "no hay justificación ni excusa posible" de un hecho que "retrotrae a lo peor del pasado" y el PSE de Álava ha rechazado "que algunos pretendan reavivar épocas obsoletas, que pertenecen al pasado negro" de la historia de Euskadi.

Ciudadanos ha exigido que "todo el peso de la ley caiga sobre los agresores", mientras que el Colectivo de Víctimas del Terrorismo de Euskadi (Covite) ha pedido a la universidad que "ponga fin a la impunidad con la que grupos de estudiantes afines a la izquierda abertzale ejercen la violencia y la intimidación".

Las Nuevas Generaciones del PP en Euskadi han convocado un concentración este jueves en Vitoria para denunciar esta agresión, mientras que la universidad hará lo propio el próximo lunes.