La cena entre el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el nuncio del Vaticano en España, Manuel Monterio, ha estado presidida por la "cordialidad" y en ella ha quedado patente que ambos mantienen "la mejor predisposición al diálogo", han explicado fuentes del Ejecutivo.

Según ha comentado Zapatero tras el encuentro, lo largo de la cena, que ha concluido en la Nunciatura en torno a las 23.45 horas, los dos han hablado "de lo divino y lo humano", han añadido las fuentes. Desde del Gobierno se destaca la "voluntad de diálogo" de las dos partes.

Era la reunión más esperada y que más comentarios ha desatado en los últimos días tras los dos últimos enfrentamientos de los obispos con el PSOE y el Gobierno: la concentración en favor de la familia católica celebrada el pasado 30 de diciembre en la Plaza de Colón de Madrid y la nota de la Conferencia Episcopal ante las elecciones generales del 9 de marzo. Y todo ante un menú con pinta de delicioso.

Zapatero y el nuncio degustaron un menú compuesto por delicias de calabacín y alcachofas sobre salsa de albahaca, lomo de merluza perfumado a la vainilla, tabla de quesos, y mousse de lima con gelatina de té de jazmín, todo ello regado con un vino de la Ribera del Duero, un Albariño y champán francés.

A solas, sin calidito y sin declaraciones

Era, por tanto, lgo más que el "caldito" que el jefe del Gobierno y el nuncio del Vaticano habían apalabrado compartir desde hace tiempo para tratar sobre las relaciones entre el Ejecutivo y la Iglesia y las tensiones surgidas entre ambos.Fuentes del Gobierno han remitido a la