Rihanna, la última artista que se rebela contra Donald Trump por utilizar su música sin permiso

  • La cantante se suma a una larga lista de músicos que se han quejado por el uso sin permiso de sus canciones.
  • Donald Trump utiliza los temas sin autorización previa.
La cantante Rihanna.
La cantante Rihanna.
GTRES
La cantante Rihanna.

Este domingo el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se subió al escenario de la Universidad de Tennessee en Chattanooga acompañado de la canción de Rihanna, Don't stop the music. Miembros del personal lanzaban camisetas de Trump a la multitud como si fueran pelotas al son de la música.

"Los mítines de Trump no se parecen en nada a la política", escribió Philip Rucker, periodista del The Washington Post en Twitter, que presenció la escena.

Cuando la estrella del pop se enteró de que su exitoso tema lanzado en 2007 había formado parte del espectáculo del presidente su respuesta fue rotunda: "No por mucho tiempo", escribió en su cuenta de Twitter, mostrando su desagrado a que se usase su canción de esa forma.

Aunque la cantante no puede votar en los Estados Unidos, no ha querido nunca ocultar sus inclinaciones políticas: el año pasado llamó a Trump "cerdo inmoral" después de que él firmara una orden que prohibía a los ciudadanos de sietes países musulmanes entrar en los Estados Unidos; ha asistido a la Marcha de las Mujeres en Nueva York  y se la ha visto pasear con una camiseta de Hillary Clinton.

Los músicos contra Trump

Sin embargo, Rihanna no puede evitar que el presidente utilice su canción en los mítines, aunque no es la única que ha solicitado que deje de hacerlo. Músicos desde Adele a Neil Young han pedido que Trump no use sus temas en las diferentes citas políticas que tiene en plena campaña electoral.

En 2015, Steven Tyler, líder de Aerosmith, exigió que la campaña de Trump dejara de tocar su tema Dream On, y BMI retiró los derechos de interpretación pública de la canción.

Michael Stipe tampoco estaba cómodo sabiendo que el presidente utilizaba su tema It's the End of the World para su campaña política, por lo que el grupo, REM, escribió una carta de cese para que Trump no volviese a reproducir sus canciones.

El hombre al frente de Twisted Sister, Dee Snider, en un principio permitió utilizar su tema We're not gonna take it para poner fin a sus mítines. Snider pensó que Trump sería algo bueno para Estados Unidos, pero cambió de opinión a los pocos meses y lanzó un comunicado para que sus fans supieran que no estaba de acuerdo con las posturas "extremistas" del presidente.

Trump empleó una mezcla de canciones de la cantante Adele a lo largo de su campaña política, entre las que se encuentra Rolling in the Deep y Skyfall. Sin embargo, el portavoz de la cantante ha asegurado que la artista no ha dado permiso para que su música sea utilizada para cualquier campaña política.

También Eltoh John se quejó en su día de que Donald Trump utilizase en sus mítines canciones suyas como Rocket Man o Tiny Dancer, sin permiso, como es propio del presidente.

Trump también se ha apoyado en canciones de The Rolling Stones, como Start Me Up, y aunque los componentes de la banda se lanzaron conta él por ello, Mick Jagger tuvo que reconocer que no había manera legal de que el presidente dejara de usar sus temas.

Ocurrió lo mismo con la banda Queen, que tuvo que defender Brian May, uno de sus componentes que ha asegurado que Trump no pidió permiso en ningún momento para utilizar su tema famoso tema We are the champions.

George Harrison, Luciano Pavarotti y Pharrel Williams también se han quejado del uso de sus canciones por parte del presidente, que ha continuado usando los temas que él ha querido sin pedir los correspondientes permisos y frustrando así a los músicos que siguen intentando de forma desesperada que sus temas no se utilicen para fines políticos.

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