En la celebración del Comité Ejecutivo de CEOE, previsto para este miércoles y en el que se abre el periodo electoral para renovar presidente, Nicolás ha dicho que se presenta Garamendi, que fue su candidato en las anteriores elecciones, y esta vez "también" le darán su apoyo.

Además, en el Comité Ejecutivo de Cecam celebrado este martes en Albacete, con motivo de la Feria de la capital, Nicolás también ha admitido que los empresarios tienen encima "un nubarrón fiscal" que les preocupa mucho, en una comunidad donde "más del 90% son pymes" y donde "el 70% de las empresas siguen estando en pérdidas".

"Hacemos una seria advertencia de que cuidado con estos temas", ya que, ha insistido, las exportaciones y el turismo no están teniendo un comportamiento tan bueno como en los meses anteriores.

"Estos anuncios que se hacen -ha manifestado Nicolás- desde un chalet de Galapagar de un impuesto a los ricos" hay que tomarlas con mucha "preocupación" porque puede suponer "que capitales se vayan fuera", por lo que ha reclamado que se estudien "bien".

DEFENSA EN EL EXTERIOR

Si Garamendi llega a la Presidencia de la CEOE, habrá de defender "una posición firme" de la CEOE de cara al exterior, ya que es "una de las patronales más potentes que existen" y esa "única representación" de grandes y pequeños "hay que aprovecharla".

De cara al interior, hay que trabajar por "mantener un equilibrio" entre las organizaciones sectoriales y las territoriales y defender que sea una organización democrática, ha afirmado Nicolás. Es misión del nuevo presidente que salga en noviembre, ha dicho, abordar cómo se accede a la CEOE.

A ese respecto, ha criticado que para este comité ejecutivo haya una propuesta, "a la que nos vamos a oponer", para incluir empresas directamente "previo pago" en la asamblea, a la que, además, parece que hay "una oposición mayoritaria".

En cuanto al nuevo calendario laboral, que incluye fiestas como el Corpus y el Lunes de Pascua, ha admitido que, cuando Cecam pide recortar puentes, es un mensaje "muy impopular", pero no supone recortar "el descanso merecido de los trabajadores y de los empresarios".

La demanda del empresariado, ha asegurado, busca "la sensatez" y "tener en cuenta la productividad de las empresas". Por ello, ha reclamado que "antes de legislar" se pregunte a quien le va a afectar.