La intervención del Banco Central turco no evita otra jornada negra de la lira

<p>Ciudadanos pasean junto a un centro de cambio de divisas en Estambul, Turquía.</p>
Ciudadanos pasean junto a un centro de cambio de divisas en Estambul, Turquía.
EFE
<p>Ciudadanos pasean junto a un centro de cambio de divisas en Estambul, Turquía.</p>

El Banco Central de Turquía ha intervenido este lunes para tratar de evitar otra jornada negativa en la economía de Turquía y, aunque sí evitó un mal mayor, la lira terminó cayendo un 8%.

En medio de la tensión entre Washington y Ankara, el Banco Central Turco inauguró la jornada anunciando una inyección de liquidez al sistema financiero de aproximadamente 6.000 millones de dólares, oro por valor de 3.000 millones y 10.000 millones de liras, mediante la reducción de los límites de reservas de divisas permitidas a los bancos turcos.

Poco más tarde, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, intentó tranquilizar a los mercados asegurando que la lira se estabilizará y arremetió contra los "traidores a la patria" que alimentan especulaciones en sentido contrario.

"El cambio de la moneda se asentará lo antes posible en un nivel razonable, dentro de las reglas económicas. No se preocupen, pueden estar tranquilos. No hemos hecho concesiones en la economía de libre mercado. No se debe prestar atención a los que dicen lo contrario", afirmó el mandatario.

Poco antes, el Ministerio del Interior había indicado que investiga 346 cuentas de redes sociales que "compartieron mensajes para provocar el aumento en el tipo de cambio del dólar" desde el 7 de agosto.

Las fiscalías de Estambul y Ankara anunciaron la apertura de pesquisas contra "personas involucradas en actos que amenazan la seguridad económica del país" y la Policía declaró que el departamento de lucha antiterrorista investiga posibles acciones que puedan crear una "percepción negativa de la economía".

Pérdidas del 25%

Desde el viernes pasado, la lira ya acumula un 25% de pérdidas, en lo que los analistas consideran un efecto de las tensiones diplomáticas con Estados Unidos, combinado con la pérdida de confianza de los inversores, al observar que el Gobierno turco no toma medidas para sanear la economía.

La tendencia bajista se disparó tras anunciar el presidente estadounidense, Donald Trump, en Twitter que duplicaría los aranceles sobre el acero y el aluminio procedentes de Turquía.

Este hecho fue calificado por el presidente turco de "puñalada por la espalda" a un aliado que comparte misiones militares con Estados Unidos dentro de la OTAN.

"Por una parte eres un aliado estratégico, por otra parte, sí, a este aliado estratégico le dan un tiro en el pie. Cuando todo el mundo abandona Afganistán, tú sigues junto a ellos, estáis juntos en Somalia, en la OTAN, luego te levantas y ves que a este aliado estratégico le han apuñalado por la espalda", lamentó el presidente turco.

Medidas económicas

Según algunos economistas, la única medida eficaz para frenar la inflación, que se ha disparado hasta el 15 por ciento interanual, sería una drástica subida de los tipos de interés, fijados desde junio en el 17,75 por ciento.

El hecho de que el Banco Central no anuncie esta medida se interpreta como consecuencia de las reiteradas advertencias de Erdogan, quien lleva años denunciando los tipos de interés como "madre de todos los males" y exigiendo que se reduzcan "para bajar la inflación", una visión considerada poco realista por los bancos.

La depreciación de la lira encarece la refinanciación del país, muy dependiente del exterior, lo que a su vez empeora sus números macroeconómicos y genera una mayor debilidad de la moneda en un círculo vicioso de difícil salida.

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