Los españoles son los europeos que más fuman en casa, una realidad que trae consecuencias directas sobre los más pequeños.

En Asturias, el 50% de los niños menores de 16 años (61.739) son fumadores pasivos e inhalan el humo en sus propios hogares.

El dato forma parte de un informe que está elaborando la junta provincial de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) con motivo de la celebración, el 4 de febrero, del Día Mundial contra el Cáncer. Este año, está dedicado al tabaquismo pasivo en la infancia.

«Es un dato terrible, porque el tabaco daña la salud de los niños y puede provocarles secuelas para el resto de sus vidas, como es el caso de las otitis, que pueden derivar en pérdidas auditivas», explica Martín Escandón, psicólogo de la asociación.

De hecho, asegura que los niños que comparten domicilio o que pasan mucho tiempo con fumadores tienen un 30% más de infecciones respiratorias, un 20% más de crisis asmáticas y un 50% más de otitis infantiles que los menores que se mueven en espacios libres de humo.

Además, desde la asociación denuncian la gran cantidad de menores que se pasan los fines de semana en establecimientos hosteleros donde se permite fumar.

«Nos han llegado quejas de hosteleros asturianos que tienen problemas con algunos padres que van con niños, piden zona de fumadores y les parece mal que les digan que eso no puede ser», asegura Escandón.