El 2018 es el año con menos superficie forestal quemada de los últimos diez

  • Se comparan los datos entre el 1 de enero y el 15 de julio durante la última década.
  • Este año solo se ha producido un gran incendio frente a los diez que hubo en los primeros seis meses de 2017.
  • Los ingenieros forestales no son tan optimistas: "Sigue habiendo riesgo y los medios son insuficientes".
Unos vecinos observan como se acerca a sus casas el incendio forestal de Carballeda de Avia (Ourense).
Unos vecinos observan como se acerca a sus casas el incendio forestal de Carballeda de Avia (Ourense).
Brais Lorenzo / EFE
Unos vecinos observan como se acerca a sus casas el incendio forestal de Carballeda de Avia (Ourense).

Los graves incendios  en Grecia han vuelto a poner a la orden del día algo que todos los veranos se puede convertir en un problema: la quema de zonas forestales. Y lo cierto es que España, asolada en muchos momentos por el fuego, parece haber corregido esa tendencia.

Según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, entre el 1 de enero y el 15 de julio de 2018 se ha producido un solo gran incendio, frente a los diez que se produjeron en el mismo periodo del año pasado. Esto supone un descenso de un 90%. Además, la cifra se encuentra lejos de la media, que se sitúa en seis incendios.

Si nos fijamos en la superficie forestal, en lo que llevamos de año se han quemado 9.947,82 hectáreas, un 84% menos de las calcinadas a estas alturas en 2017 (62.468,13 hectáreas).

De todas maneras, estas cifras están lejos del peor año de la década, que fue 2012, cuando se registraron un total de 17 grandes incendios en toda España hasta el mes de julio.

Lluvia y más cautela

Raúl de la Calle, secretario general del Colegio de Ingenieros Forestales, atiende a 20minutos y confirma que este descenso se debe "a las abuntandes lluvias" que se dieron en los primeros meses del año. "Hemos tenido una primavera anormalmente lluviosa, y eso está claro que afecta", cuenta.

Pero desmonta también una serie de mitos. "Los peores meses en cuanto a riesgo de incendios no son los del verano, sino febrero y marzo, sobre todo en las zonas más propensas, como pueden ser Asturias, Galicia o Cantabria", explica.

De la Calle, además, hace hincapié en que en muchas ocasiones "hay una mano humana" detrás de estos fuegos. "Por ejemplo, los ganaderos, por culpa de las precipitaciones, no pudieron llevar a cabo las quemas de pastos que desembocan a veces en grandes incendios, de ahí que se haya reducido el riesgo", esgrime el ingeniero.

Sigue habiendo peligro

A pesar de estos datos, De la Calle no es tan optimista. "El riesgo sigue existiendo", comenta, para añadir que España podría estar en una situación similar a la de Grecia si no se toman las medidas necesarias. "Ten en cuenta que somos un país con muchos núcleos urbanos, que perfectamente podrían acabar afectados por el fuego, como se vio en Galicia".

"Actualmente los medios de extinción y de protección civil no pueden ni deben asumir toda la responsabilidad e incluso ponerse en situación de riesgo, particularmente si no se han observado las mínimas normas de autoprotección y prevención", asumen desde el Colegio. Y son todavía más rotundos: "Podemos decir que, de momento, los medios que tenemos para hacer frente a una situación como la griega en caso de necesitarlo son insuficientes".

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