"Séptima reclamación y todo sigue igual, ni caso". Con esta frase empieza la súplica que interpuso José Luis en abril en la Consejería de Sanidad. No era la primera (esa data de diciembre de 2017) y ni mucho menos fue la última. Él, como otros muchos, es otro de los afectados por escándalo de IDental, el mayor escándalo odontológico de España.

"Vine para que me pusieran dos dientes, pero me dejaron solo los tornillos y durante meses me daban largas para ponerme las coronas. Estuve meses esperando, así que me hicieron una prótesis de quita y pon que me tengo que quitar cada vez que como", cuenta mientras recopila la montaña de reclamaciones y facturas.

"No me acostumbro a esto. A la hora de comer me tengo que esconder para que no me vea nadie los huecos ni cómo me la quito. Me afecta también a la hora de hablar. En mayo de 2017 realicé el primer pago de 314 euros y terminé de pagar en octubre (casi 2.000 euros). Estoy sin dientes cuando yo no debo una perra a nadie. Me siento estafado".

"Mujer de 41 años acude a urgencias por absceso en el paladar y signos de inflamación", reza el informe clínico que emitió el Hospital Universitario 12 de Octubre el 15 de junio y al que ha tenido acceso 20minutos.

"Tuvo una intervención de fenestración el 22 de mayo en una clínica dental que cerró, por lo que no tuvo seguimiento. Acudió días después por fiebre de 4 días de evolución", expone el informe sobre Isabel, que vive pegada al antibiótico desde entonces.

"Me han destrozado el estómago y me han dejado tirada con la ortodoncia y los puntos. Las clínicas cerraron cuando esto empezó a supurar. En la Seguridad Social no querían quitármelos así que pagué a un dentista privado. El problema es que ninguno nos quiere tocar hasta que nos hagan un peritaje, y cuesta mucho dinero. Soy madre soltera, no me queda un duro. Me lo gasté todo en Idental".

"A mi madre le han quitado un diente sano, pero a ver cómo demostramos eso ahora", explica con enfado y preocupación Andrés, el hijo de Aurelia, una madrileña que sufre cada vez que el reloj marca la hora de comer. Y todo desde su paso por Idental.

Allí, "le pusieron siete implantes, pero tres siguen siendo provisionales". Se trata de los incisivos inferiores, que se mueven de su sitio con tan solo un ligero roce la lengua. "¡Una prótesis de plástico no puede estar año y medio puesta!", añade su hijo. Por si quedan dudas, Aurelia abre la boca y muestra su dentadura, deteriorada por el tiempo y la mala praxis.

"Me encuentro muy mal", asegura con una desesperación que desgarra y con la esperanza de que alguien la escuche. "Ni puedo comer ni duermo del estado de nervios que tengo". Aurelia ha pagado ya 2.700€ por nada.