Miguel Díaz Herrero es el presidente de la Asociación Juvenil Claqueta, una agrupación que trabaja por la promoción del cine en la capital abulense a través de un gran número de iniciativas, entre las que se encuentra la publicación trimestral de 'Fancine', una revista que acaba de publicar su número 10 y de la que también es director. Actualmente, después de licenciarse en Filología Inglesa, trabaja como profesor de español para extranjeros en la facultad abulense de la Universidad de Salamanca.

¿Desde cuándo existe la Asociación Juvenil Claqueta?

Desde hace unos cuatro años. Al principio éramos sólo tres: Marcos, Fran y yo. Ganamos el Certamen Jóvenes Creadores del Ayuntamiento de Ávila en la modalidad de cortos, y decidimos utilizar el dinero del premio para montar una asociación.

¿Cuál es el objetivo para el que se formó?

Ni yo mismo lo entendía muy bien al principio (risas). Y ahora soy el presidente... Nuestro principal interés era apoyar el mundo del cortometraje y a los creadores abulenses.

¿A qué os dedicáis en la asociación? ¿Qué clase de actividades organizáis?

La mayoría de la gente trabaja o estudia fuera, así que no podemos hacer tantas cosas como nos gustaría, pero hasta ahora hemos impartido cursos de guión de cine, hemos viajado a la productora Globomedia, hemos puesto cortos en pequeños auditorios, así que el ‘Ávila en Corto' ha sido un salto cualitativo. También hemos dirigido nuestros propios cortos y, sobre todo, y con mucho esfuerzo, hemos sacado adelante la revista 'Fancine'.

¿Cómo ha sido la experiencia del ‘Ávila en Corto'?

Muy buena, me he sentido muy orgulloso como "ideador" del proyecto. Tenía muchas ganas de compartir con la gente esos cortos que, como ‘El sueño del caracol', tanto me habían emocionado cuando iba a festivales. Se trataba, simplemente, de poner cortos, porque no hay forma de verlos, no tienen distribución comercial. También me ha encantado que directores de Ávila como Sanko o David Wood pudieran poner sus trabajos y hablar de ellos. Y, sobre todo, poder aprender de gente importante en esto, como nuestros invitados Kepa Sojo y Javier San Román, al que deseo toda la suerte del mundo en los Goya.

¿Crees que este evento podría convertirse en habitual dentro de la agenda cultural anual abulense?

Ojalá. Solamente hace falta que las instituciones -el Ayuntamiento, Diputación, Caja de Ávila, etc.- se interesen por él. Que no lo dejen morir. Que se de den cuenta de que un Festival de Cine es una excelente publicidad para la ciudad. Que no sólo un Palacio de Congresos favorece el desarrollo. Que también debe haber más vida cultural para jóvenes, y más actividades. Nosotros pondremos todas nuestras ganas y nuestro entusiasmo. Nos encantaría celebrar un festival, proyectar cada año los cortos más interesantes que se han hecho en España.

Organizásteis también en los meses de mayo y junio de 2007 el 'Ávila en Formato Joven'. ¿Volverá a organizarse?

Creemos que sí. No tendría sentido lo contrario, porque las salas estuvieron llenas en cada sesión. Además, llegan muy pocas películas españolas a Ávila, y ésta es la mejor forma de disfrutar de ellas, junto a sus protagonistas. Para mí fue una pasada conocer a uno de mis actores jóvenes favoritos, Raúl Arévalo, o a la actriz María Vázquez, un encanto de chica.

Publicáis trimestralmente la revista ‘Fancine'. ¿Cuál es la razón de poner en marcha este proyecto?

‘Fancine' nació como una especie de subterfugio para hablar de las películas y actrices que me gustaban. Algo muy egocéntrico. Pero bueno, era eso, un fancine. Ahora tenemos una revistaza gracias al gran trabajo de Antonio, nuestro maquetador y actual redactor jefe, y a toda la gente que se ha sumado a ‘Fancine'. Me dicen que soy un mandón (risas), pero ante todo es que no quiero que la revista pierda su espíritu. Seguir hablando de las películas que nos apasionan, las actrices que nos enamoran... En una ciudad como ésta hay que intentar ser un poco moderno, sin pasarse.

¿Es complicado sacar una publicación de este tipo en Ávila?

Sí, por eso nos gusta ofrecer otros puntos de vista. Las radios o los pinchadiscos tienen una idea muy preconcebida de lo que les gusta a la gente. Lo mismo puedo decir de los programadores de los cines. No estoy de acuerdo con que la gente elige libremente la música que escucha o las películas que ve. Eso es una falacia. En la mayoría de los bares no ponen a Los Piratas, por ejemplo, porque no los conocen, no porque a la gente no le gusten. Y la gente no se enteró de que estaban poniendo en los cines una película preciosa como ‘Once'. La publicidad lo es todo.

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