El duque de Palma consorte, Iñaki Urdangarin, duerme ya en la prisión de Brieva (Ávila) tras ser condenado a 5 años y 10 meses de cárcel por el caso Nóos, una circunstancia que está siendo dura para su esposa, la infanta Cristina.

Sin embargo y a pesar de las dificultades el matrimonio se mantiene unido, o al menos así lo revelan fuentes cercanas a la pareja que cita la revista Lecturas, que publica que la infanta está decidida a visitar a su marido aunque desde la familia real tratan por todos los medios de convencerla de que no lo haga.

Según Lecturas la familia real no quiere ver la foto de una infanta a las puertas de la prisión y preferiría que se limitara a mantenerse en contacto con Urdangarin a través de las 10 llamadas semanales de 5 minutos a las que tiene derecho el preso.

Así, Cristina estaría ya planeando usar su derecho al vis a vis mensual al que tiene derecho con su marido, durante el que pueden verse en persona y de forma íntima, además de los 40 minutos semanales en los que podrían verse a través del cristal de seguridad de la sala de visitas.

Lecturas asegura que la hermana de la infanta, Elena, ha visitado a su hermana en Ginebra (Suiza), donde la familia Urdangarin tiene ahora su residencia, para tratar de convencerla de que no acuda a la prisión, algo en lo que podría insistir la reina Sofía en un viaje que realizaría próximamente para ver a su hija y sus nietos.