La pequeña localidad de Villanañe, en la Cuadrilla de Añana, guarda un bello ejemplar de arquitectura civil medieval: La Torre-Palacio de los Varona, el conjunto fortificado mejor conservado del territorio.

De hecho, es la única fortaleza alavesa que aún conserva su foso. Está formada por una torre del s. XIV-XV con construcciones para la guardia y aberturas para disparar cañones. Una torre que, según la tradición, "fue habitada por don Pelayo hasta que fue llamado a reinar en Asturias", aunque en realidad, hoy en día son los descendientes de los Varona quienes la ocupan.

En su interior fue prisionero el rey Alfonso I el Batallador en lucha contra Alfonso VI rey de Castilla y León. Para conocer más datos sobre este edificio se pueden realizar visitas con guía.

A los habitantes del pueblo, que actualmente rondan la centena, se les conoce como "calla ranas", un apelativo que viene de una costumbre muy particular.

Antiguamente, con dos palos de cinco varas de largo, los lugareños tenían que ir a callar las ranas dando golpes en el foso para que el señor pudiese dormir.

Durante el invierno, el pueblo está casi vacío. Durante el verano, sin embargo, se ve a algunas familias que tienen allí fijada su segunda residencia. A pesar de la escasa animación sus habitantes se muestran encantados: "Es un sitio muy bonito, que tiene cerca lugares interesantes para visitar. Yo creo que cualquiera pasaría un buen fin de semana aquí", explica una joven residente.

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