3.197 mossos y un refuerzo de 172 bomberos para el día más 'explosivo' del año en Cataluña

  • La verbena de Sant Joan movilizará a 515.000 vehículos que saldrán del área de Barcelona.
  • El sector pirotécnico espera 18 millones de euros en ventas, y el de la pastelería, que se coman 1,7 millones de cocas.
Dos niños encendiendo un petardo.
Dos niños encendiendo un petardo.
EUROPA PRESS
Dos niños encendiendo un petardo.

Dicen que a noches alegres, mañanas tristes, y para que al día siguiente a la verbena de Sant Joan solo haya que lamentar la resaca en caso de haber bebido alguna copa de más, y no algo más grave, el Departament d’Interior de la Generalitat tiene previsto ponerse las pilas. Este jueves ha presentado el dispositivo de seguridad para la festividad que más llamadas al teléfono de emergencias genera junto al Fin de Año, y este contempla un amplio despliegue de mossos y bomberos para tratar de que a nadie se le indigeste la coca ni pase un mal trago con los petardos.

Estarán pendientes de la verbena un total de 3.197 agentes de la policía catalana, que pondrán especial atención al tráfico, pues se espera que durante el fin de semana salgan del área de Barcelona 515.000 vehículos, una cifra que representa un incremento de un 14,3% respecto al año pasado. Y es que en este Sant Joan se prevé más movilidad que en otros, porque coincide con los Juegos Mediterráneos en Tarragona y está vaticinada una subida de las temperaturas .

Los puntos con más tráfico serán la autopista AP-7 entre Sant Cugat y Barberà y en Maçanet de la Selva, en su enlace con la C-35, además de la C-32 Norte en Mataró, por lo que se habilitarán carriles de circulación adicionales en estas vías.

Por otro lado, los paneles de mensajería variables de las carreteras darán consejos de seguridad y los Mossos d’Esquadra efectuarán 68 controles de alcoholemia y sustancias estupefacientes durante la noche de la verbena.

"Cualquier precaución es poca. Nada de velocidad, nada de alcohol, obviamente nada de drogas y nada de distracciones", ha afirmado el conseller de Interior, Miquel Buch.

En una noche en la que la pirotecnia y las hogueras son protagonistas, también se reforzarán los parques de los Bombers de la Generalitat, que contarán con un 172 efectivos más de los que son habituales un día cualquiera. Además, los parques de bomberos voluntarios estarán abiertos hasta las dos de la madrugada.

Por otro lado, como cada año, los agentes rurales controlarán que no se encienda ningún fuego que comporte peligro cerca de zonas forestales y Protecció Civil reforzará su campaña de sensibilización frente a la verbena. Algunos de sus consejos son pedir autorización a los ayuntamientos para hacer hogueras y comprar los petardos en establecimientos autorizados y no guardarlos en los bolsillos.

La Associació de Fabricants i Majoristes de Pirotècnia de Catalunya espera que el negocio genere esta verbena 18 millones de euros, la misma cifra que el año pasado, y que el gasto medio de las familias sea de unos 40 euros. Entre los productos más solicitados están los chinos, las bengalas, las fuentes luminosas y los cohetes.

Y el Gremi de Pastisseria de Barcelona i  Província prevé que se vendan 1,7 millones de cocas de Sant Joan, un 2% más que en 2017, porque el hecho de que la verbena caiga en sábado favorecerá un tímido incremento. Las más vendidas volverán a ser las de crema y piñones y las de llardons y los precios oscilarán entre los 16 y los 35 euros, en función de las medidas.

En la ciudad de Barcelona, para que los problemas de movilidad no lastren la verbena, el servicio del metro y el del tranvía no se interrumpirán por la noche y los Ferrocarrils funcionarán hasta las dos de la madrugada.

De las seis a las nueve de la mañana del domingo entrará en juego el servicio de playas del Àrea Metropolitana de Barcelona, que se encargará de echar a los que aún estén allí de fiesta para poder limpiarlas. 150 operarios, tres camiones compactadores, nueve cribadoras y 30 vehículos 4x4 tienen como objetivo dejarlas impecables.

Ojo con los incendios a mitad del verano

El conseller de Interior, Miquel Buch, ha alertado de que la campaña de incendios forestales de 2018 en Catalunya podría endurecerse a mediados o finales del verano. Lo ha atribuido a que las lluvias han dado lugar a nueva vegetación que está creciendo y será entonces cuando se secará y se convertirá en combustible disponible.

El Departament d'Interior ha realizado 850 contrataciones de cara a la campaña. Además, habrá 25 helicópteros, 12 aviones y 600 agentes rurales, ingenieros forestales y efectivos del Servei de Prevenció d'Incendis. Las zonas más sensibles serán el litoral de las Terres de l'Ebre, Tarragona y Girona.

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