Santimamiñe reabrirá sus puertas el mes que viene

Ha sido rehabilitada debido a su deterioro. Han cambiado los accesos y las instalaciones eléctricas. Las pinturas seguirán sin poder ser visitadas.
Los visitantes sólo verán las pinturas a través de realidad virtual.(R.B.)
Los visitantes sólo verán las pinturas a través de realidad virtual.(R.B.)
Los visitantes sólo verán las pinturas a través de realidad virtual.(R.B.)
Después de un año y tres meses, el principal yacimiento prehistórico de Vizcaya volverá a abrir sus puertas el mes que viene. La cueva de Santimamiñe podrá ser visitada tras un largo proceso de rehabilitación, llevado a cabo debido a su deterioro, acumulado durante 90 años de intervención.

En concreto, desde noviembre de 2006, se han cambiado todos los accesos y las instalaciones eléctricas, que las Juntas Generales de Vizcaya, responsables del complejo, consideraban «obsoletos», además de que agravaban la situación de la cueva.

Además, se  ha hecho una limpieza biológica, se ha estabilizado el arco de entrada a la cueva y se ha consolidado el vestíbulo, en el que se ha colocado una nueva plataforma para las visitas. Esta plataforma es reversible y flexible, lo que permitirá realizar las visitas a la par que se realicen excavaciones arqueológicas.

No obstante, la joya histórica principal de la cueva, las pinturas, seguirán sin poder ser visitadas, ya que, por necesidades de conservación, permanecen cerradas al público desde 1997. Aunque eso no quiere decir que los visitantes no tengan acceso a ellas, ya que un programa de realidad virtual permitirá a los visitantes introducirse en la sala de los grabados a través de una pantalla gigante.

Hallada por casualidad

La cueva, situada al pie del monte de Ereñozar, en el municipio de Kortezubi, cerca de Gernika, fue hallada de manera casual en 1916. Unos niños estaban jugando en las inmediaciones cuando accedieron a la cavidad y se encaramaron hasta alcanzar la estrecha galería que conducía al cuarto de las pinturas, descubriendo las figuras.

Los estudios posteriores, llevados a cabo por Telesforo de Aranzadi y José María Barandiarán, descubrieron la importancia y el valor de las pinturas y grabados, datados en el periodo Magdaleniense del Paleolítico Superior, es decir, entre 14.000 y 9.000 años antes de Cristo.

La cavidad tiene una longitud de unos tres kilómetros y cuenta con abundantes formaciones cálcicas de estalactitas y estalagmitas con curiosas formas.

El arte gusta en las Encartaciones

El Museo de las Encartaciones, perteneciente también a las Juntas Generales de Vizcaya, hizo en 2007 el segundo mejor resultado de sus 13 años de historia en cuanto al número de visitantes. Las instalaciones, situadas junto a las Casa de Juntas de Abellaneda, recibieron 13.270 visitantes. Gran parte de este éxito lo tienen las exposiciones temporales que han tenido a los largo del año, como la de los dólmenes de la comarca o la de los mercaderes, comercio y calzadas de la zona.

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