La música y el fútbol han protagonizado el nuevo programa de Masterchef, marcado por la tensión y en la que se empiezan a notar los nervios de los aspirantes ante la posibilidad de decir adiós al concurso.

La primera prueba comenzó robando. Los concursantes tenían ante sí una cesta de 18 ingredientes -como el pichón, lima, garbanzos o cebolletas chinas-, y podían robarse entre ellos 6 alimentos para cocinar, en 75 minutos, un plato creativo.

Aunque algunos, como Víctor, Sofía o Ketty, fueron buenos con los robos y se  llevaron los ingredientes más raros, pero otros fueron a saco, como Fabio, Toni y Jon, que prácticamente le dejó el aderezo a su compañero. Un dato: prácticamente todos los cocineros querían robarle a Jon. Por algo será...

La nota de comedia la puso el jurado Jordi Cruz, que se puso el delantal para crear su propio plato y al que que Patricia Montero (finalista de MasterChef Celebrity 2) le robó ingredientes.

La sorpresa de la noche se la llevó la aparición de los concursantes de Operación Triunfo Amaia y Alfred, que se pasaron para animar a los aspirantes. "Os admiro mucho, estoy súper nervioso", les dijo Jordi Cruz. "Jo, nosotros también", le contestó Amaia, que aseguró que lo único que cocinaba eran "huevos fritos y ensaladas". Cosas de millennials.

Como era de esperar los platos de Jordi fueron los mejores. Y los peores, Sofía y Fabio, que hizo un plato "horrible" en palabras de Cruz por su mala mano con la guindilla. Los dos se fueron de cabeza a la eliminación, aunque en la prueba de exteriores les eligieron como capitanes. Marta y Jon, por su parte, fueron elogiados por la calidad de sus elaboraciones.

Tras la primera prueba, los aspirantes viajaron al nuevo estadio del Atlético de Madrid, el Wanda Metropolitano, para dar de comer a 70 personalidades del club como exjugadores, miembros del equipo técnico y aficionados.

El menú fue diseñado por el nutricionista del equipo y consistía en una Coca con escalivada, un tortellone relleno de pollo de corral y orejones, lubina con risoto de trigo y compota de manzana con espuma de yogur de postre. Sano, variado… y complicado para los concursantes.

Sofía, capitana del equipo rojo actuó como una verdadera capitana y supo meter en cintura a los miembros de su equipo, Jon incluido. A Fabio, por su parte… le faltó sangre en las venas. Ni Oxana cantando Corazón latino con su acento ruso pudo meterle presión al concursante.

El mítico Adelardo y el presidente Enrique Cerezo encabezaron la comida cuya victoria se decantó por el equipo rojo, que supo lidiar con la presión y se salvó por el cocinado. El equipo azul, por lo tanto, se fue de cabeza a la prueba final.

La prueba de eliminación fue en una modalidad de duelos en cadena, lo que incrementó la rivalidad entre aspirantes. La visita de esta prueba fue Juan Antonio, el pequeño almeriense de MasterChef Junior 5 que supo sacar una sonrisa a todos los aspirantes.

Fabio comenzó el duelo cocinando ñoquis -bueno, él los dejo crudos en el plato...- contra Sofía, toda una proeza para ser elaborados en solo 30 minutos. La barcelonesa se impuso y consiguió salvarse, lo que dejó al madrileño en otro duelo.

Tocó ensaladilla rusa y Fabio eligió a Marta para ser su contrincante, otro fallo garrafal porque la joven ya había hecho varias veces ese plato. Evidentemente, volvió a perder con una ensaladilla con mala pinta y volvió a competir contra Jorge haciendo una hamburguesa. A la tercera fue la vencida y Fabio acabó salvándose.

Ya solo tocaba el duelo final con Oxana, que solo tenía una oportunidad para salvarse en contra de lo que tuvieron los delantales negros. Contra Jorge tuvo que cocinar un tiramisú y dio el 100% para conseguir vencer.

El joven periodista de Granada fue el expulsado de esta semana. Injusto en comparación de su amigo Fabio, que tuvo hasta tres oportunidades de salvarse. Pero el concurso es así y los demás participantes tendrán que defenderse entre fogones en el programa que viene.