Año nuevo y nuevos precios, casi siempre más caros. A la subida del agua y de los aparcamientos, efectivas desde el 1 de enero, se añade hoy (publicado ayer por el BOJA) el encarecimiento del billete del autobús. Y para completar el círculo, en cuestión de días entrarán en vigor las tarifas del taxi.

De los títulos de la Empresa Malagueña de Transporte (EMT), los que más se encarecen son la tarjeta mensual, que sale ahora por 1,50 euros más, y la de estudiantes y jóvenes, un euro. En ambos casos, el incremento es del 4,8% (más el doble que el IPC previsto por el Gobierno para este año, que es del 2%).

La empresa defiende que la tarjeta mensual sigue estando por debajo de las tarifas de las grandes ciudades (la media nacional fue de 30,65 euros en 2007). Y respecto a la de estudiante y joven, alega que el precio para estos colectivos ha estado casi congelado durante los últimos tres años.

El billete sencillo, por su parte, seguirá a un euro, para compensar el incremento que tuvo en 2007, pues fue el único precio que subió entonces. Es el que más usan los viajeros, junto con el bonobús de diez viajes, que hoy pasa de costar 5,90 a 6,10 euros.

La EMT calcula que la subida ponderada de los tres títulos que se incrementan –se calcula en función del peso de cada colectivo de viajeros– está en el 2,1%, porcentaje que ve «insignificante» si se compara el precio del petróleo.

Igual que en Madrid

Un viaje en autobús urbano en España costaba en 2007 de media 0,94 euros, según Facua. De modo que en la capital el precio es ligeramente superior, aunque si se analizan ciudades con semejante población, se encuentran grandes desigualdades. En Madrid, por ejemplo, costaba un euro, al igual que en Granada y Sevilla; en Valencia, Bilbao y Marbella, 1,15, y Barcelona, 1,25.

No obstante, la EMT tiene difícil subir el billete sencillo porque sería engorroso para el conductor cobrar 1,05 euros y dar el cambio.