Piropos, tocamientos, gestos... más de mil chicas ponen el foco en las zonas de Madrid con más acoso callejero

Ejemplo de un caso de acoso callejero.
Ejemplo de un caso de acoso callejero.
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Ejemplo de un caso de acoso callejero.

"Volvía de la biblioteca, me había bajado del bus cuando, al pasar por el cruce, se paró una furgoneta y empezaron a lanzarme piropos; querían que me acercara, el copiloto hizo el amago de bajarse y salí corriendo". Esto le pasó a una joven en la calle Arcos de Jalón de Madrid una tarde-noche. Sin embargo, otras muchas chicas han sufrido este tipo de acoso callejero a cualquier hora del día y en cualquier zona de la ciudad. "Ser mujer y sentarte sola tranquilamente a leer o a descansar es imposible, a los 10 minutos se te acercarán varios tipos diferentes de babosos a darte la lata, algunos hasta te intentan tocar", relata otra joven, que puso el foco negativo en la Plaza de Oriente situada en el centro histórico de la ciudad.

Son algunos de los comentarios registrados en la plataforma FreeToBe (libre para ser yo), creada para que "las chicas formen parte de las decisiones que les afectan, para que sean el motor del cambio de las ciudades y no sean ignoradas en sus políticas", reivindica en 20minutos Lara Martínez, gerente de campañas e incidencia política en Plan Internacional España. Y es que, pese a que varios rankings internacionales aseguran que Madrid es una de las ciudades más seguras del mundo, esta ONG ha querido comprobarlo.

¿Cómo? Pues con la colaboración ciudadana. Porque son ellos, los propios habitantes, los que realmente pueden valorar la seguridad del lugar en el que viven, de la calle por la que pasan cada día o los rincones a los que han ido pero ya no volverán debido a sus malas experiencias, y que hay que cambiar. Y la web madrid.planfreetobe.org está pensada para que sean ellas (chicas de entre 15 y 24 años) las que señalicen los puntos en los que se han sentido inseguras (con una cara triste) o, por el contrario, han vivido una buena experiencia (con una cara feliz). Pero cualquier madrileño puede colaborar, tanto mayores de 24 como hombres, siempre que cumplan unos requisitos y bajo parámetros de respeto y realidad.

Casi mil reseñas

Silbidos o piropos indeseados, miradas, gestos, persecuciones, robos o tocamientos de extraños... La lista de comportamientos que hace que las jóvenes sientan miedo al caminar por las calles, por el mero hecho de ser mujeres, y que han quedado reflejados en esta plataforma es extensa. Solo unas horas después de que comenzase su andadura por la red (el pasado 26 de abril, coincidiendo con el Día Internacional de las Niñas en las Tecnologías de la Información y la Comunicación), FreeToBe ya acumulaba más de un centenar de reseñas y, a día de hoy, supera el millar (1.038), la mayoría negativas.

En el centro de la capital o a las afueras. En barrios o distritos. El aviso puede estar detallado o simplemente señalizado el lugar a modo de advertencia. Y la misma persona puede escribir varias reseñas, que se publican de forma anónima, pero que pasan por unos filtros previos. Estos son los que aseguran que la información es veraz, aunque ya han sufrido varios intentos de sabotaje con trolls: "Hay a quienes les afecta tanto que las mujeres puedan expresarse y ser libres que intentan sabotearlo. Su objetivo es plenamente machista, incluso pusieron un anuncio en un foro", cuenta también la gerente de campañas. Por suerte, pudieron detectarlos y denunciarlos.

Además, Plan Internacional está estudiando 10 casos concretos en profundidad de jóvenes que les han contado, fuera de la web, lo que han vivido en el centro de Madrid. "Las chicas no se sienten seguras, no se sienten libres porque sufren acoso", declara Martínez, que asegura que su objetivo es que los representantes políticos cuenten con las jóvenes para realizar las políticas de la ciudad en la que viven. En Melbourne (Australia), donde se probó por primera vez, se pudieron implantar medidas como "que en el autobús urbano que llevara a las jóvenes a clase hubiera vigilancia o que en determinadas zonas se mejorase el alumbrado".

Y es que "el miedo y la violencia disminuyen los derechos de las niñas y mujeres. Es necesario contar con unos compromisos concretos respecto a las ciudades y su seguridad. Las chicas son ignoradas, están subrepresentadas", lamenta la gerente de campañas de la organización en España. "Faltan datos desagregados por género y edad en nuestro país", exige.

Informe para promover el cambio

Para ello, desde la organización han decidido que el próximo 31 de mayo cerrarán la web, analizarán las aportaciones ciudadanas, y elaborarán un informe sobre el acoso callejero. Concretamente, estas conclusiones se presentarán el 11 de octubre, Día Internacional de la Niña, y se compararán con informes realizados en otras cuatro grandes ciudades del mundo: Delhi (India), Kampala (India), Lima (Perú) y Sídney (Australia). En España solo se hace en Madrid, pero las repercusión ha sido tal que representantes políticos de otras ciudades han solicitado participar en el proyecto.

También desde el propio Ayuntamiento de Madrid piden que la web siga abierta o que pueda volver a estar operativa "después del verano". Y las reseñas que hay van más allá de la capital y se extienden a otros municipios madrileños colindantes como Alcalá de Henares, Torrejón de Ardoz, Majadahonda, Móstoles o Fuenlabrada, entre otros muchos. Una información que desde la organización no van a tener, a priori, en cuenta para elaborar el crudo del informe, pero que están pensando añadir, así como los comentarios de las mujeres mayores de 24 años y de los hombres que han querido aportar su experiencia a la causa.

A Lara Martínez, una de las cosas que más le ha sorprendido de la iniciativa es que son muchas, más de las pensadas, las adultas que se han sentido alguna vez (o varias) acosadas por la calle. "Muchas mujeres de 30 años cuentan sus casos, pero ves que ya se han acostumbrado. Las chicas de 18 a 24 años lo tienen clarísimo: no toleran estos comportamientos. Sin embargo, en las más mayores se ve más hartazgo y que están más acostumbradas a sufrir el acoso", explica la gerente de campañas de Plan Internacional España.

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