Hubo más pecadores que santos sobre la alfombra roja de la gala del Met de Nueva York que esta edición tenía como temática el catolicismo. Crucifijos, mantillas, monjas fashion, coronas de espinas o vírgenes estuvieron presentes en los modelitos que lucieron las celebrities durante los Óscar de la industria de la moda.

Una de las que nunca decepciona es Madonna que apareció vestida de gótica total con un diseño de Jean Paul Gaultier.

Completó su look negro azabache con algunas rosas, un velo que ocultaba su rostro y una tiara repleta de crucifijos.

Si hay una famosa que siguió a raja tabla lo de la iconografía cristiana esa fue Rihanna que apareció de Papa. El atuendo de Maison Margiela estaba compuesto por tres piezas: un minivestido, una chaqueta de gran tamaño con pedrería y una mitra bordada y totalmente decorada con joyas. Mejor no pensar en lo que debía pesar todo el conjunto.

Katy Perry también se toma muy en serio la fiesta del Met y cada año se supera a sí misma con propuestas de lo más exagerado. La temática "Cuerpos Celestiales" en su caso fue literal con la creación alada de Versace.

Minivestido dorado, botas hasta los muslos y enormes alas de plumas tan grandes que Perry tuvo que entrar de costado. Está claro que la cantante y el estilista Jamie Mizrahi dejaron volar su imaginación.

Hubo una famosa que fue con un tocado tan gigante que ensombreció al resto de asistentes. ¿Quién? La ganadora del Óscar Frances McDormand con una especie de mariposas que sobrevolaban su cabeza y enfundada en una creación de Valentino Couture. No tiene mucho que ver con el tema de este año, pero qué más da cuando estás espectacular.

Junto a ella, también de Valentino aunque mucho más sobria, iba Anne Hathaway con un diseño abullonado rojo y una corona puntiaguda.

En los 10 años que lleva asistiendo al evento, Sarah Jessica Parker entra en el ranking de las que más arriesga y no duda en usar tocados que desafiaban a la gravedad. Sin embargo, el accesorio de este lunes puede haberlos superado a todos: una corona dorada de piedras preciosas con un belén... Dolce&Gabbana son los artífices de este ingenioso trabajo que les ha llevado meses.

Lana Del Rey siempre cumple y es conocida porque le pierden los tocados ostentosos. Durante esta edición del Met su elección ha sido memorable: un tocado azul con alas de pájaro. El atuendo, obra de Gucci, lo completó con una túnica que llevaba múltiples dagas clavadas en un corazón.

La cantante se presentó sobre la alfombra roja flanqueada por Alessandro Michele y el actor y músico Jared Leto que vestían conjuntos de Gucci en tonos azules y con coronas de oro. Los tres parecían sacados de una pintura renacentista.

Si los diseños sorprenden, no menos la manera que tienen algunas estrellas de irrumpir al evento. Lo decimos por Blake Lively que apareció con vestido burdeos de Versace tan voluminoso que se vio obligada a coger un autobús por lo que era imposible que su llegada pasase inadvertida.

El espectacular corpiño de su diseño tardó 600 horas en bordarse por la cantidad de incrustaciones que llevaba. Fiel a su estilo pero respetando el dress code de la gala, Lively lució como si perteneciera a la realeza.

Dentro del apartado 'armaduras' encontramos a Jennifer Lopez de Balmain, con una cruz gigante en el torso y una falda de plumas.

¿Cómo hubiese sido Juana de Arco vestida por Versace? La respuesta la tiene Zendaya con su vestido metálico con el que no quiso mojarse demasiado.

Scarlett Johansson parecía que no había entendido de qué iba la temática de esta edición y desfiló con un atuendo floral que nada tenía que ver con la religión. Sin embargo, la actriz quiso mandar un mensaje con su vestido, diseñado por Georgina Chapman, cofundadora de Marchesa y mujer de Harvey Weinstein.

Desde que saltó todo el escándalo de los abusos que señalaban al productor, quien además pudo haber presionado a algunas estrellas para que se pusieran los vestidos de su esposa, no se ha vuelto a ver un diseño suyo en una alfombra hasta este lunes.

La guapa Alicia Vikander fue a lo seguro de Louis Vuitton, y aunque el diseño monocromático que lució era precioso, definitivamente fue 'aburrido' en comparación con lo que se exhibe en el Met.

Queen Bey no acudió este año a la gala porque "se ha ido de vacaciones", según publica Entertainment Weekly. "Jay-Z sorprendió con un viaje a Beyoncé porque la cantante necesita relajarse antes de su gira", explicó una fuente.

No pasa nada, su hermana pequeña Solange Knowles ya se encargó de ir lo suficientemente estrafalaria por la dos: un traje de goma de Iris Van Herpen que culminó con botas de látex y un halo celestial en la cabeza.