Alrededor de una veintena de los sintecho que acamparon en la plaza de Catalunya de Barcelona y fueron desalojados el 18 de abril llevan desde entonces instalados en un solar junto a la estación de metro de Arc de Triomf con el objetivo de que las administraciones atiendan sus demandas, pero todo apunta que la protesta llega a su fin. Y es que el viernes los Mossos d'Esquadra se presentaron en el asentamiento tras recibir una denuncia de los propietarios del terreno, les dieron cinco días para abandonar el lugar, es decir, hasta mañana martes, y les dijeron que si no se van les desalojarán.

"Entonces fuimos a los juzgados a solicitar justicia gratuita, por lo que esperamos que el desalojo se aplace, afirma el portavoz de los sintecho, Miki. Explica, asimismo, que ocho de los acampados en Arc de Triomf se trasladaron durante el fin de semana a la Ronda Sant Pau, frente a la Síndica de Greuges de Barcelona, y que la Guardia Urbana les "requisó una de las tiendas" y les multó.

Fuentes municipales aseguran que los servicios sociales municipales "han ofrecido repetidamente alojamiento" a los sintecho y "lo han rechazado", mientras que ellos lo niegan y reclaman equipamientos que respondan a sus demandas.

"Cuando llueve nos mojamos, enfermamos, no nos dan nada. Es una vergüenza", se queja uno de los miembros de la acampada, que prefiere no revelar su nombre.

Por otra parte,dice que la convivencia entre acampados puede llegar a ser tensa, debido a problemas de adicción. "Aquí hay un montón de locos, alcohólicos, que los tienen que ingresar en el hospital,  por demencia, por alcoholismo, y el dinero no se invierte en atenderlos, en que tengan un tratamiento adecuado" explica con indignación el miembro de la acampada.

Nerea y su marido llegaron a Barcelona durante Semana Santa, abandonando el País Vasco por "problemas personales" y se encuentran viviendo juntos en el solar. "Tuvimos una reunión con miembros del Ayuntamiento y no llegamos a ningun tipo de acuerdo", cuenta el matrimonio, que está trabajando en un proyecto para poner en marcha una "asociación sin ánimo de lucro" de la cual Nerea sería presidenta.

"Necesitamos algo legalmente constituido para que podamos movernos con fuerza. Exigimos porque tenemos derechos y porque estamos haciendo las cosas necesarias para poder exigir" asegura Nerea, y añade que están "sentando las bases". "Ahora tenemos que ir a la Generalitat a presentar la propuesta con los objetivos ya marcados", apunta.

La Síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, se ha reunido este lunes con diversas personas sin hogar que han estado acampadas delante del a oficina de la Sindicatura. Vilà ha pedido "una solución global para todas las personas sin un techo", y, si bien reconoce "el esfuerzo del ayuntamiento de Barcelona", considera que "hace falta colaboración entre administraciones".

La Guardia Urbana pidió el pasado sábado a los acampados que desalojasen el campamento instalado en la ronda de Sant Pau, al lado de la Sindicatura. Los ocupantes de cuatro de las tiendas de campaña accedieron de manera voluntaria a abandonar el lugar, mientras que los miembros de la quinta tienda se resistieron y los agentes abrieron diligencias por desobediencia y acampada ilegal. Aún hay miembros de la Acampada x Drets delante de la oficina de la Sindicatura de Greuges de Barcelona.

Los representantes de la protesta Acampada x Drets han denunciado "la falta de coordinación entre los servicios de salud y los servicios sociales y una falta de recursos inmediatos y cercanos", según ha explicado este lunes la Sindicatura en un comunicado. Vilà ha señalado que está en contacto con el Ayuntamiento para tratar la situación de estas personas acampadas.

La síndica y algunos miembros de su equipo visitaron a los acampados ante la sede de la Sindicatura el pasado viernes por la noche. Los representantes de la Acampada x Drets manifestaron que los Mossos d'Esquadra les dieron el pasado viernes la notificación del desalojo en cinco días del solar de Arc del Triomf donde se encontraban y que por eso algunos decidieron trasladar la protesta ante la Sindicatura.

Bajo el nombre de Encierro Migrante, un grupo de personas se encerró el pasado mes de abril en el interior de la antigua escuela Massana para reclamar unos derechos laborales favorables para los inmigrantes y refugiados. Con el fin de forzar la reacción de las administraciones y poner fin a la discriminación, han enviado cartas a administraciones públicas como el Ayuntamiento de Barcelona, la Diputación, la Generalitat o la Delegación del Govierno Español.

La mayoría llegaron a España hace 10 años y aún están sin papeles. Aseguran que no abandonarán el centro hasta que las administraciones les den una solución. De momento, se han reunido con representantes municipales y han solicitado un encuentro también con la Generalitat y la delegación del Gobierno en Catalunya.

Una de las portavoces, Norma Falcone, denuncia que para conseguir la nacionalidad tienen que hacer un examen y que los cursillos para poder superar la prueba cuestan 300 euros. Por ello, una de las peticiones al Ajuntament es que les ofrezcan cursos gratuitos el viernes o sábado para que las personas que trabajan entre semana puedan asistir.