El traslado hasta la plaza del pueblo suele hacerse en la actualidad con tractores, aunque hay alguna localidad que todavía lo transporta con bueyes, como antaño.
Una vez en el pueblo, normalmente en la plaza, se alza entre varios jóvenes que realizan una especie de pinzas con varas naturales, llamadas 'horquillas' para empujar al mayo de manera coordinada e ir introduciéndolo en el agujero previamente realizado.
Este ritual consiste en un espectáculo de movimientos, coordinación y obediencia a los expertos, normalmente los mayores del pueblo, al grito de "¡arriba el mayo!".
Los predecesores de la puesta del mayo fueron los romanos, que celebraban con ello la llegada de la primavera. Se trata de un festejo muy arraigado especialmente en la zona de Pinares, ya que es donde más pinos de mayores dimensiones se pueden encontrar.
Esta fiesta se celebra tradicionalmente el 1 de mayo y localidades como San Leonardo de Yagüe, Navaleno y Molinos de Duero conservan esta jornada.
En este sentido, otras localidades, debido a la despoblación, han adelantado el festejo al fin de semana para aprovechar la mayor presencia de vecinos en el pueblo, como es el caso de Salduero, Cabrejas del Pinar, Matamala de Almazán, Bayubas de Arriba, Orillares, Santa María de las Hoyas, Talveila, Casarejos o Vadillo.
Localidades como Covaleda o Torlengua han pospuesto este ritual para el sábado día 5 de mayo.
En otros pueblos el mayo también se alza 'fuera de temporada' como en Abejar o Vinuesa donde se hace durante las fiestas patronales de agosto, San Pedro Manrique en las fiestas de junio o Duruelo de la Sierra en septiembre.
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