El sector turístico niega una precariedad general de su actividad y restringe el problema de las 'kellys' a 6.400 personas

Dos camareras de piso trabajando en un hotel.
Dos camareras de piso trabajando en un hotel.
EUROPA PRESS
Dos camareras de piso trabajando en un hotel.

Se les nota dolidos. Llevan años escuchando que la economía española cabalga a lomos del turismo y de un empleo que, en este sector, está precarizado y lleno de barmans con turnos laborales infinitos y de camareras de piso malpagadas, extenuadas, externalizadas y sin protección legal.

"Son lecturas parciales que afectan a la imagen de un sector que ha sido un bastión en la crisis", protestó hoy José Mª Gonzaléz, presidente de Exceltur, en la presentación de un informe laboral sobre un sector que emplea a 2,5 millones de personas. El lobby empresarial ha decidido actuar para "arrojar luz" sobre la imagen de mal empleador que se ofrece de ellos, así que han reunido datos del INE y Eurostat para mostrar que la realidad, dicen, no es la que plasman los medios.

Las kellys (apodo de 'las que limpian') son la cara más visible de la precariedad. A principios de abril se reunieron con Mariano Rajoy para explicar sus condiciones y allí, en Moncloa, soltaron al presidente una retahíla de calamidades: arreglo de habitaciones a destajo, guantes de limpieza que se pagan ellas mismas, un sueldo que no llega a los tres euros por dormitorio adecentado... y un sueldo que se ha depauperado un 40% por la oleada de externalizaciones en esta actividad.

Exceltur admite que el Gobierno no ha contactado aún con ellosm circunscriben aquella reunión con Rajoy a un tema"político" y matizan la situación de las kellys con estadísticas oficiales. Y sus números muestran que, en primer lugar, en España hay 50.000 camareras de piso; segundo, que solo 6.400 (el 13%) trabajan de forma externalizada bajo convenios de limpieza y no de hostelería; y tercero, que la precariedad en este colectivo —que solo aporta el 2,4% del empleo hotelero y el 0,3% de todos los ocupados turísticos— no puede teñir a un sector "muy diverso".

"Además, el sueldo que se les paga es similar al que se paga por la limpieza de ministerios o residencias de ancianos", dice González, presidente de esta asociación que reúne a las 23 principales empresas turísticas del país, desde hoteles hasta empresas de transporte o de restauración. De salarios también hay cifras. Las kellys cobran 9,7 euros/hora brutos de media por limpiar hoteles, mientras que hacerlo en oficinas se paga a 8,5 euros, en bares a 8,3 euros y en la industria a 9,1.

Camareras de piso
Camareras de piso

El problema, dice Exceltur, es la externalización, aunque la organizaicón defiende que se trata de una figura "lícita" y valora la flexibilidad que ha aportado a sus sector la inclusión de esta posibilidad laboral en la reforma de 2013. Pero sí admiten que "las prácticas fraudulentas de unos pocoso están contaminando el debate" y piden que se respete "los derechos adquiridos por los trabajadores"

En todo caso, restringen el problema solo a algunas provincias, porque el 8,3% de las camareas de piso trabajan en tres provincias (Castellón, Tenerife y Palencia) donde la externalización está prohibida, y el 49,1% se emplea en nueve provincias (Alicante, Cantabria, Cádiz, Granada, Málaga, Teruel, Las Palmas, Baleares y Navarra) donde se externaliza con las condiciones del convenio de hostelería.

El problema es el 42,6% que trabaja en provincias donde no se regula la externalización. "Y aún en esas, solo el 30% de las camareras de piso lo están", dice Óscar Perelli, jefe de estudios de Exceltur. El lobby turístico hace un llamamiento a la "responsabilidad de los agentes sociales" porque la solución, dicen, radica en la negociación colectiva. Y presionan a las empresas. "Es el momento de ser generosos y acompansar los incrementos de productividad a la remuneración".

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