Sadam quiere ser amigo de Bush y añora a Reagan

Obsesionado con la higiene, está convencido de que volverá al poder en Irak, según los cinco soldados que le han custodiado
El ex presidente de Irak Sadam Husein ha expresado a los soldados que le han custodiado el deseo de hablar con el presidente de los EE UU George W. Bush, «hacer las paces» con él y ser «amigo» suyo. Sadam, además, echa de menos los tiempos del ex mandatario estadounidense fallecido Ronald Reagan y está obsesionado por los gérmenes, según las revelaciones que publica ahora la revista GQ.

Sadam fue descubierto por el Ejército de los EE UU escondido en un búnker en diciembre de 2003 y está encarcelado en un lugar desconocido a la espera de ser juzgado.

Husein dijo a sus vigilantes que nunca trató a Bin Laden y que está orgulloso de que sus hijos murieran por su país, además de expresar su convicción de que aún es presidente de Irak y de que volverá al poder.

Sadam, de quien medios londinenses publicaron hace poco fotos en calzoncillos en su celda, «hablaba, en un mal inglés, de cuando Reagan le vendió aviones y helicópteros, y deseaba que las cosas fueran como cuando Reagan era presidente». Rezaba cinco veces al día y guardaba un ejemplar del Corán chamuscado y con un agujero de bala.

Su obsesión por la higiene se notaba en que se lavaba las manos con mucha frecuencia, en que limpiaba la mesa y los cubiertos meticulosamente antes de comer, y en que lavaba él mismo su ropa blanca. Según los soldados, le encanta desayunar con cereales, comer cheetos, gastar bromas y escribir poesía.

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