Los achaques por el frío y las infecciones respiratorias son las principales dolencias que se atienden estos días. La mayoría de los pacientes son personas mayores que necesitan atención continuada, por lo que el porcentaje de ingresos subió tres puntos.

Y el problema de la falta de camas del Xeral sale de nuevo a la luz. A las 8.00 horas de la mañana de ayer había en urgencias 12 personas pendientes de ingreso que no tenían cama, según explicaban desde CC OO.

Los boxes de urgencias o las salas de espera son algunos de los puntos donde se espera el ingreso. Así sólo se consigue ralentizar la atención a los demás enfermos, que aguardaron ayer una media de 8 horas para ser atendidos, según apuntó CIG.

Pero aunque los más afectados son los pacientes, los médicos no están mejor: la tensión y el cabreo es palpable entre los facultativos de urgencias. También el Centro de Transfusión de Galicia pide ayuda, pues las donaciones de sangre han caído en un 20 por ciento.

Las soluciones de las que está tirando el Xeral es habilitar camas supletorias (que ya no llegan), agilizando altas y desviando a pacientes hacia centros sanitarios privados de la ciudad.

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