La cantante Rozalén quiso alabar este martes el ejemplo dado por Patricia Ramírez, la madre del niño Gabriel Cruz, recordando las declaraciones públicas que hizo ésta poco después que se confirmase el asesinato de su hijo, cuando realizó un llamamiento en contra de que se extendiese el odio y la rabia entre la sociedad.

Durante su visita al programa El hormiguero, en Antena 3 TV, la artista albaceteña, cuya canción Girasoles era la favorita del pequeño, dijo que "yo no tengo que ser aquí protagonista. Nosotros somos un canal y hacemos canciones que luego son herramientas. Y esta mujer, que tenía tantos motivos para odiar, en un momento donde todo el mundo está hablando de odio y de venganza, decidió coger esta canción para lanzar un mensaje de amor. Me quedo con eso, es lo más importante".

Girasoles "es una canción que se la dedico a la gente buena. Le dedicamos demasiado tiempo a la gente mala, y no es que haya más, solo hacen más ruido", añadió.

"Es una mujer asombrosa", afirmó por su parte el presentador del programa, Pablo Motos. "Esta mujer pidiendo que el odio no se apodere de la gente está a años luz de... Hay que parar un momento aquí, porque todos hemos vivido esta experiencia, pero esta mujer está a años luz del morbo de los periodistas, del oportunismo de los políticos y también del morbo de los espectadores. Porque todo esto ha sucedido y esta mujer es un referente en el que nos tenemos que fijar, pero hay que dejarla en paz con su dolor y hay que respetarla. Desde aquí le mandamos nuestro amor y nuestro cariño", dijo.

Rozalén presentó en el programa su último trabajo, Cuando el río suena..., del que interpretó algunas canciones en directo. "No me puedo quejar. Llevo haciendo conciertos desde los 16 años y mis tres hijos, mis tres discos me han salido muy bien", dijo la cantante tras recibir la enhorabuena de Pablo Motos.

La cantante y compositora habló de su nuevo sencillo, La Puerta Violeta, del que dijo que es "un portazo contra la violencia machista y un deseo de que otro mundo mejor es posible", y también de la historia de amor de sus padres, el tema de otra de las canciones del disco, Amor prohibido, cuya letra es de Felipe Benítez Reyes: "Mi padre fue sacerdote diez años, hasta que se enamoró de mi madre. Lo pasaron muy mal porque era a finales de los setenta y los dos eran muy creyentes", explicó.

"Esos inicios eran un tema tabú en casa, y al ser historia de nuestro país había que contarlo", continuó la artista. "Ahora viene mucha gente a los conciertos que luego me dice que mi padre les casó o les bautizó", añadió.