Según informa el Instituto Armado en un comunicado, en la primera actuación, se intervinieron 23 atunes (con un peso total de 848 kilos) que estaban fondeados en las inmediaciones de la bocana del puerto tarifeño, unidos entre sí por una cuerda.

En la segunda actuación, las patrullas de la Guardia Civil observaron al llegar a la entrada del puerto pesquero a un grupo de personas que estaban en la zona de la lonja y que se dispersaron apresuradamente al observar la llegada de la fuerza actuante, por lo que se trasladaron de inmediato al lugar, hallando en el suelo once atunes rojos (con un peso de 396 kilos) atados entre ellos con un cabo, procediendo a su intervención. Como consecuencia de dicha actuación, pudieron observar como un vehículo salía a gran velocidad del recinto portuario.

Una vez finalizada la intervención en el puerto pesquero realizaron una búsqueda por la localidad del turismo, interceptándolo posteriormente. Tras identificar a su conductor, los agentes realizaron la inspección del vehículo, hallando en su interior siete atunes rojos (200 kilos de peso), los cuales carecían de documentación que amparase su legal procedencia.

Tras proceder a la intervención de los especímenes, el conductor fue denunciado por infracción a la ley de pesca y a ley de sanidad al no transportar el pescado en un vehículo isotermo. Los más de 1.400 kilos de atún rojo intervenidos en las dos actuaciones fueron depositados en el banco de alimentos del Campo de Gibraltar.