La diferencia entre éxito o fracaso. Un vídeo, una canción, una imagen, un blog... ¿Por qué un contenido se vuelve viral? Tomemos como ejemplo a Susan Boyle. Su actuación en el formato británico de Got Talent resultó espectacular, pero no se convirtió en una sensación a nivel mundial hasta que un vídeo suyo se hizo viral.
Suena bastante simple: escribir, filmar, grabar o crear algo, lo subes al lugar apropiado o los compartes en la red... y ¡zas! Por supuesto, el problema es que nadie puede predecir qué se viralizará y qué no.
Un clip de seis segundos en el que un perro posa tirado en el suelo ya tiene más de 4,14 millones de visitas, 20.000 retweets y más 40.000 'me gusta'. ¿Qué tiene de especial?
I’ve literally been crying at this for 4 hours. I can’t deal😭😂 if this doesn’t make you happy, nothing will. pic.twitter.com/lTJe6Zd1cN
— Amy Boyce (@amyboyce_) 19 de febrero de 2018
El vídeo se compartió la semana pasada y los usuarios de Twitter no han parado de comentarlo. Hasta tal punto que varios medios se han hecho eco de esto.
"Si esto no te hace feliz, nada lo hará", dice uno. "He estado llorando por esto durante cuatro horas", alega otro. "El perro es más sexy que Emily Ratajkowski" a lo que otra persona responde "parece una supermodelo".
Los contenidos que son más bien simples ¿tienen más posibilidades de volverse virales? Ayuda el hecho de que sean temáticas que ¿no generen controversia? Es decir, que se puedan compartir sin problemas entre amigos y familiares o verse en el trabajo...
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