Los colegios zaragozanos cada vez se quedan más pequeños y más de 22.000 niños de Infantil y Primaria de la ciudad están escolarizados en aulas que ya están a tope. Según los datos que maneja el sindicato STEA, facilitados por la propia Administración, el 27,5%de las aulas de los centros públicos tienen ya 25 niños matriculados (el máximo permitido por la ley), y otro 10%tienen 26 o más alumnos.

El problema es más grave en Primaria, donde las ratios aumentan por culpa de los alumnos que repiten. En este ciclo, de las 1.550 aulas que tienen los colegios públicos, 430 (27,74%) están al límite de su capacidad y otras 201 (13%) tienen 26 o más niños. Algunos centros de Delicias y Centro tienen incluso alguna clase con 31 alumnos. En Infantil, la saturación se reduce y las aulas que están por encima de las ratios no llegan al 4%.

«Los centros no tienen espacio para habilitar nuevas clases, pero a los alumnos hay que asignarles colegio de todas maneras», explicaron a 20 minutos representantes del sindicato en la comisión de garantías.

Estas mismas fuentes destacan, además, que aunque la ley permite superar hasta un 10% las ratios en casos excepcionales, se abusa de esta medida y las aulas están prácticamente llenas cuando empieza el curso, «así que es normal que se desborden conforme llegan niños fuera de plazo».

La saturación afecta a colegios de todas las zonas, aunque es especialmente grave en los centros de Centro y Delicias, donde el 53,22% y el 48,4% de las aulas de Primaria tienen 25 o más escolares. En los colegios del Actur y la zona de Santa Isabel la tasa de saturación está también en torno al 39%.

Mejor en Infantil

Las 771 aulas públicas de infantil tienen menos problemas de saturación porque al ser un ciclo no obligatorio, hay padres que deciden no matricular a sus hijos en ningún centro. La excepción la ponen Delicias y el área de la avenida de Cataluña, mientras que zonas como La Almozara o el entorno de Utebo que no registran ninguna clase con más de 25 niños.

Poca oferta para los fuera de plazo

Los alumnos que llegan fuera de plazo disponen de pocos colegios para elegir, normalmente, con altas tasas de inmigrantes, que son descartados por los padres zaragozanos. «Las vacantes se concentran en pocos colegios. Afortunadamente, a las familias de fuera tampoco parece importarles tanto qué colegio les asignan», comentan fuentes de la comisión.

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