Una menor de 12 años ha quedado bajo la custodia de sus padres tras protagonizar un terrible suceso que está siendo investigado por las autoridades de Alabama.

Los hechos se remontan al pasado viernes, cuando la Policía de la ciudad de Dothan, en una zona limítrofe entre los condados de Houston, Dale y Henry (Alabama) se personó en el hospital.

Los médicos habían avisado tras el ingreso de un niño de 10 años con quemaduras de diversa consideración en la espalda y en los brazos. Según las primeras pesquisas de los agentes, la autora de la agresión era su propia hermana, una niña de 12 años.

Al parecer, siempre según fuentes de la investigación, los hermanos estaban en la vivienda familiar cuando la niña roció a su hermano con un espray, en concreto se trataba de laca para el pelo.

Tras rociar al pequeño por todo el pelo y en la espalda, la niña cogió un encendedor y le prendió fuego, por lo que la rápida combustión del aerosol le provocó las quemaduras en esa zona.

Los detectives encargados de la investigación tratan de averiguar si la agresión fue consecuencia de un juego o si la menor lo hizo de manera consciente conociendo las consecuencias de sus actos.

Al parecer, mientras esto ocurría, había un adulto en la vivienda junto a los menores, cuya intervención resultó decisiva para evitar que el menor sufriera quemaduras aún más graves.

Según el equipo médico que atiende al niño, aunque las lesiones son de máxima gravedad, su vida no corre peligro. Su hermana ha isdo acusada de agresión en primer grado y, al ser una niña de 12 años, ha quedado bajo la custodia de sus padres.