La UE se está planteando seriamente endurecer aún más las medidas contra el tabaco. El objetivo es, además de reducir el consumo directo, minimizar los efectos nocivos para los llamados fumadores pasivos. En un informe aprobado el 24 de octubre, la UE reclamó a la Comisión Europea que estudie la adopción de nuevas normas que dificulten la caída de los jóvenes en el tabaquismo, como «la prohibición del uso del tabaco en el transporte privado en presencia de menores». El informe también recomienda que se prohíba fumar en centros de trabajo, locales de restauración y parques infantiles.