Un líder político entre Bambi y Maquiavelo

Esther Jaén y Juan Carlos Escudier desvelan la cara oculta del presidente en su nuevo libro, ‘Zapatero el rojo’.
José Luís Rodríguez Zapatero, en una imagen reciente. (ARCHIVO).
José Luís Rodríguez Zapatero, en una imagen reciente. (ARCHIVO).
ARCHIVO
José Luís Rodríguez Zapatero, en una imagen reciente. (ARCHIVO).

"Zapatero, al que rivales y compañeros apodaron Bambi, se fue metamorfoseando: de cervatillo a gobernante frío y calculador, una de esas personas que, como dijo Billy Wilder, ‘sólo guiñan los ojos para apuntar mejor’". Es una de las descripciones del presidente del Gobierno extraída del libro Zapatero el rojo, publicado por FOCA y escrito por los periodistas Esther Jaén y Juan Carlos Escudier, este último corresponsal político de 20 minutos. He aquí algunos de sus pasajes:

Sin número dos.- "El hecho de que no hubiera un portavoz habitual implicaba que no habría número dos. Todos para uno y uno para todos, pero ese uno, quien repartía juego, sería en todo momento Zapatero. ‘José Luis no es de tener número dos; es de tener a dos personas peleándose por ser el número dos’, opina un perfecto conocedor del líder socialista".

Felipe González.- "‘Oí que en algún momento tuvo una bronca con Felipe, que es el motivo del distanciamiento’, afirma un miembro del Gobierno. ‘Desconozco la razón. Cuando has ganado las elecciones, eres el presidente y, además, tienes el carácter de Zapatero, aceptas muy pocas lecciones’".

Relación con el Rey.- "Zapatero había citado a varios miembros de su equipo a las ocho de la tarde en Ferraz, porque a las seis debía acudir a la Zarzuela. Pero la visita se prolongó más de la cuenta. Según les explicó al llegar, había sido presentado a toda la Familia Real, nietos incluidos. La prueba del buen feeling era incuestionable: habían quedado para el domingo siguiente y el Rey le había dicho que se trajera a la familia".

La crisis de Perpiñán.- "El secretario general estaba indignado. ‘Se puso como una pantera; se sintió engañado y defraudado por la deslealtad de Maragall (que se resistía a cesar a Carod)’, asegura un miembro de la dirección socialista. La primera reacción fue encargar a Blanco y a Álvaro Cuesta que se pusieran a trabajar de inmediato sobre el protocolo de fusión con el PSC. Aquello significaba que el PSOE, a tres días de que concluyera el plazo para la presentación de candidaturas en las elecciones generales de marzo, valoraba la posibilidad de presentar listas propias en Cataluña".

El pásalo y el 11-M.- "Desde el domicilio de Zárraga, Zapatero siguió por televisión la intervención de Rajoy. ‘Ha perdido’, comentó el secretario general del PSOE antes de hablar por teléfono con Rubalcaba, que ya se preparaba para darle cumplida réplica".

Así afronta las crisis de Gobierno

Los autores de Zapatero el rojo transcriben una reveladora conversación con uno de los damnificados por el cambio de Gobierno realizado por el presidente el pasado 7 de julio, que pone de manifiesto su particular talante a la hora de afrontar este tipo de crisis: "Me estaba duchando cuando escuché por la radio que el presidente había convocado una rueda de prensa extraordinaria (…) Recuerdo que lo comenté con mi mujer y ella me dijo que sería alguna cosa de ETA. Pero yo sabía que no, que si fuera una cosa de ETA hubiese esperado al término del Consejo de Ministros. Antes de salir de casa le dije a mi mujer: ¿Tendrá los santos cojones de cesarnos sin decírnoslo antes’".

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