El hospital Rey Juan Carlos de Móstoles admitirá que los niños reciban la visita de sus perros

La presentación de Dogspital, en el hospital de Can Misses de Ibiza.
La presentación de Dogspital, en el hospital de Can Misses de Ibiza.
EFE
La presentación de Dogspital, en el hospital de Can Misses de Ibiza.

No suena a nuevo, los amantes de los animales hace tiempo que echan de menos poder ver a sus perros, que son un miembro más de la familia, durante las hospitalizaciones, sobre todo aquellas que se prolongan en el tiempo.

En el Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles, vinculado al Plan de Humanización de la Asistencia Sanitaria impulsado por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, han arrancado con una iniciativa pionera que permite a los niños hospitalizados poder jugar un rato con sus perros. 

Sólo será posible una hora a la semana, los martes de 17 a 18 horas, y los perros tienen que acudir bien cepillados, con sus necesidades hechas, la cartilla de vacunación al día y acompañados de un adulto en todo momento. No está permitido el acceso si el animal está categorizado como potencialmente peligroso.  Tampoco si las circunstancias del pequeño paciente desaconsejan la visita, por estar en aislamiento o no estar clínicamente estable, por ejemplo.

Es un servicio que los padres o tutores deben solicitar previamente mediante un formulario disponible en el Servicio de Información y Atención al Paciente (SIAP) del Hospital Rey Juan Carlos. Una vez esté aprobada, el día de la visita canina un informador del centro facilitará un distintivo para perro y cuidador.

Los responsables del centro hospitalario madrileño persiguen con esta iniciativa, que aspira a ampliarse en horas y alcance, "una mejora del estado anímico y general" de los pacientes, ya que para los niños "el ingreso hospitalario es una circunstancia hostil".

La iniciativa del Hospital Rey Juan Carlos se suma a la que arrancó en julio impulsada por el Área de Salud de Ibiza y Formentera en el Hospital Can Misses. El proyecto contempla la visita de los perros a los pacientes ingresados tras una valoración médica del estado y posibilidades de visita del paciente, la valoración de los veterinarios sobre la salud e higiene del animal y la valoración de los educadores caninos sobre su comportamiento.

"Proporciona un beneficio tanto al paciente ingresado como a su mascota", explicó en su momento la coordinadora de la USP y Jefa de la UCI, Paz Merino respecto a este programa, bautizado como Dogspital, que no supondrá coste alguno para la administración pública.

Que los perros accedan a los hospitales es algo que puede chocar porque hay mucha gente que relaciona equivocadamente los animales como elementos insalubres, pero los animales de terapia llevan mucho tiempo entrando en los hospitales. Un ejemplo son los perros de de terapia de la Asociación Yaracán, que  llevan seis años trabajando en entornos hospitalarios, en el área de salud mental, pero también acompañando menores en oncología infantil.

A Begoña Morenza, responsable de Yaracán, le parecería "estupendo" establecer un régimen de visitas caninas:  "son un miembro más de la familia. Para pacientes que tienen que estar ingresados un largo periodo, que su perro pueda estar un ratito puede aportarles mucho bienestar".

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