Imposible pasar desapercibido: sus 1,96 metros de altura captan la atención allá por donde pase. Sencillo en el trato, y más serio de lo que cabría esperar, Vince Vaughn nos atiende después de una jornada maratoniana de promoción en Madrid. Habitual compañero de peripecias de Owen Wilson y Ben Stiller y protagonista de comedias como Separados, De boda en boda y Starky y Hutch, el gran trampolín de Vince Vaughn vino en cambio de manos de Steven Spielberg en Parque Jurásico: El mundo Perdido. Su nombre saltó a las páginas de la prensa de todo el mundo al conocerse su relación con Jennifer Aniston, cuando ella acaba de separarse de Brad Pitt. Con ella escribió y produjo Separados, y ahora que ha pasado página a esa relación, Vince se lanza como co-productor y protagonista en una delirante comedia navideña: Fred Claus, el hermano gamberro de Santa Claus. En ella muestra el lado "malo" de tener un hermano tan famoso y también trata de ofrecer un mensaje muy apropiado para las fechas que se aproximan.

¿Cree que Hollywood tiene algo más que contarnos de la Navidad que no se haya contado ya?

Siempre hay diferentes historias que contar sobre la Navidad. En esta película hay dos mensajes importantes: uno es la idea de que los hermanos cuando son pequeños se pelean constantemente pero a medida que van madurando se hace más importante el concepto de la familia para ellos. La otra parte es que es no hay niños buenos o malos, todos los niños son buenos y aunque no saquen buenas notas o sean traviesos es importante que tengan una familia y que sepan que hay alguien que les quiere, que cree en ellos. Para mí es el mensaje más importante de esta película.

¿Por qué hay tantas películas sobre las Navidades en Estados Unidos? ¿Es que allí se vive más estas fiestas?

Yo me crié como católico, iba a la misa del gallo y al día siguiente abría los regalos, y aunque no es un concepto religioso, yo creía en Santa Claus. Creo que aquí llamáis "Papá Noel" y que también tenéis los Reyes Magos, que es más bíblico. Pero yo creo que en esta época del año, Santa Claus es para los niños algo mítico, todos tenemos un niño dentro de nosotros, y por eso las Navidades tienen algo especial, porque nos hace volver a ser ese niño que llevamos dentro y nos trae esperanza y fe.

Habla muchos sobre los niños, y sobre la necesidad de hacer sentir a los niños queridos. ¿Se basa en una experiencia personal?

Cuando era pequeño no era buen estudiante, supongo que afectó que tenía dislexia, era terrible en matemáticas, y como deportista no era nada del otro mundo; tuve suerte de conseguir hacer algo en el mundo de la interpretación. Pero de lo que me siento verdaderamente afortunado es que haber tenido una padre y una madre que creían en mí, y lo siento mucho por esos niños que no tienen a nadie que les digan "te quiero" o "creo en ti", porque esto puede hacer cambiar su vida y sin nadie que les apoye pueden sentirse desperados o pensar que no tienen ningún futuro. Sé lo que es perder y no hacer las cosas bien. Y tener alguien a tu lado que te ayude y te reconforte es muy importante.

Cuando tenía seis años, unos vecinos, que eran un poco mayores que yo, me dijeron: "Eh, Vince, ¿sabes que Santa Claus no existe no?" Y queriendo disimular, les respondí: "Por supuesto que lo sé". Pero me fui corriendo a hablar con mis hermanas. Me sentía muy traicionado y les pregunté por qué no me lo habían dicho. Y ellas me contestaron que, como era el pequeño, no podía decir a nuestros padres que lo sabía, porque si no, no nos darían regalos, así que debía fingir. Me presionaron mucho en ese sentido (risas).

En muchas de sus películas interpreta a personajes "gamberros". ¿Es así en la realidad?

Pienso que todos tenemos miles de facetas como persona y que lo bueno de las películas es que puedes sacar una de esas facetas y que sea la que el público vea, según el papel. Por eso, cuando me dicen que parezco gamberro de verdad me parece que he hecho bien el trabajo. Suelo pensar que cuando la gente no se da cuenta de que estás actuando, es que lo estás haciendo bien.

Califíquese como lo haría Santa Claus: ¿niño malo o bueno?

Niño malo pero en el buen sentido.

¿Se siente más cómodo en la comedia, o es que la comedia le llama a usted? ¿Haría papeles dramáticos?

Bueno, yo he hecho mucho de ambas cosas, cuando era más joven hice papeles más dramáticos, pero es algo que no planifico. Espero a ver lo que me viene, y en estos cinco últimos años es lo que me ha surgido pero creo que también es bueno hacer que la gente se ría, sobre todo en tiempos como éstos, en los que el mundo vive tanta tensión. Es bueno ofrecer esa risa para la gente. Disfruto haciéndolo y sobre todo me siento muy afortunado de poder ser actor, ya sea cómico o dramático.

¿Qué opina de la proliferación de películas con contenido político, que critican el gobierno o la administración de Bush?

Yo soy actor y me dedico al entretenimiento, me guardo mis ideas políticas para mí mismo. No hablo de política, tengo amigos actores que sí lo hacen, que expresan sus opiniones, cosa que respeto, pero soy un actor, no un político.