A pesar de que por el momento sólo se trata de un proyecto, como avanzó ayer Pablo Uriel, director del servicio de enfermería, esta pulsera permitiría al personal sanitario tener controlado al enfermo en todo momento, ya que contaría con una especie de GPS durante su estancia en el hospital. Pero las posibilidades del invento no quedarían ahí, dijo Uriel, que participó ayer en la inauguración de unas jornadas sobre enfermería.

Menos margen de error

Las prestaciones irían desde un ahorro de tiempo en un proceso que ahora se hace a mano (historiales) hasta conocer si en un momento dado se le están haciendo unas pruebas al enfermo. Además, una vez implantado, el chip también podría llegar a reducir el margen de error en un tratamiento.