El Tribunal Supremo de Londres decidirá este viernes el futuro del bebé Charlie Gard

Connie Yates y Chris Gard, los padres de Charlie Gard, presentando una petición y una recogida de firmas ante el Great Ormond Street Hospital de Londres para que su hijo reciba un tratamiento experimental.
Connie Yates y Chris Gard, los padres de Charlie Gard, presentando una petición y una recogida de firmas ante el Great Ormond Street Hospital de Londres para que su hijo reciba un tratamiento experimental.
ANDY RAIN / EFE
Connie Yates y Chris Gard, los padres de Charlie Gard, presentando una petición y una recogida de firmas ante el Great Ormond Street Hospital de Londres para que su hijo reciba un tratamiento experimental.

Este viernes el Tribunal Supremo de Londres tomará una decisión sobre el futuro del pequeño Charlie Gard, el bebé de once meses cuyo estado vegetativo ha llevado al hospital a pedir la desconexión del pequeño. Una decisión avalada por la justicia británica y a la que se oponen los padres de Charlie.

La desconexión, que había sido programada para el pasado 7 de julio, se anuló cuando se presentó un tratamiento experimental para la enfermedad de Charlie. Por el momento su enfermedad no tiene cura y, el pequeño, permanece conectado a una máquina que le alimenta y le permite respirar.

Charlie Gard sufre un "severo síndrome infantil de encefalopatía mitocondrial" que causa mutaciones en un gen de su ADN y "le priva de la energía necesaria para vivir", según se especifica en el dictamen del Great Ormond Street Hospital de Londres.

Basándose en ese diagnóstico, los tribunales londinenses aprobaron la decisión del hospital de desconectar a Charlie de la respiración asistida, dándole una muerte digna. Una declaración respaldada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que consideró que el niño tiene derecho a ser desconectado de las máquinas que le mantienen con vida al estar afectado por una "enfermedad genética rara y mortal".

Los padres de Charlie habían decidido recurrir al alto tribunal europeo cuando el hospital se opuso a que el pequeño se sometiera a un tratamiento experimental en Estados Unidos, pero el Tribunal Europeo de Derechos Humanos avaló la decisión del hospital.

Pero, el pasado 9 de julio, se presentó una nueva alternativa para Charlie que ha llevado a una revisión del caso. Un grupo de científicos de varios países, entre ellos dos investigadores del hospital Vall d'Hebron (Barcelona), ha mandado una carta al hospital de la capital británica frenando la desconexión del pequeño y asegurando que un tratamiento experimental, que se está utilizando con 19 pacientes (13 de ellos en España), podría tener efectos positivos en la curación del pequeño.

Por ello, será el Tribunal Supremo de Londres el que decida si Charlie debe ser sometido al tratamiento experimental o si debe ser desconectado recibiendo una muerte digna.

A la lucha de los padres de Charlie por mantener a su hijo con vida, se sumó el Papa Francisco y el presidente de EE UU, Donald Trump. Además, los padres han conseguido más de 350.000 mil firmas para ganar la batalla por su hijo.

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