Tras un estudio del reptil, el Servicio de Protección de la Naturaleza del Instituto Armado (Seprona) resolvió que se trataba de un reptil herbívoro conocido como tortuga mediterránea, cuya especie está incluida en el apéndice II del Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora (CITES).

Se trata de una especie que no está necesariamente amenazada de extinción pero que podría llegar a estarlo a menos que se controle estrictamente su comercio, según ha informado la Benemérita.